NouDiari / El anuncio realizado ayer por el Ayuntamiento de Sant Josep sobre el acuerdo alcanzado entre asociaciones animalistas y cazadores para el control de colonias de gatos ferales y sin propietario y su posterior captura en el municipio ha suscitado escepticismo entre otras agrupaciones insulares que también velan por el bienestar animal.
El responsable de esta área en Podemos Ibiza, Giuseppe Guastella, ha manifestado a NouDiari que diferentes asociaciones animalistas con las que se ha comunicado en las últimas horas le han trasmitido su preocupación al respecto, ya que creen que el consistorio no cuenta con las instalaciones adecuadas para llevar a cabo este proyecto.
Según ha explicado, la normativa sostiene que los gatos capturados deben permanecer 21 días bajo custodia para poder ser reclamados por sus propietarios, 15 si tienen chip (aunque los dueños no están obligados a ponérselo).
«Y aquí es donde surgen las dudas», dice Guastella, «ya que, a falta de que podamos leer el documento, pensamos que el Ayuntamiento de Sant Josep no tiene la capacidad de custodiar estos animales por el tiempo indicado y, además, no se sabe qué pasará con los gatos que no sean reclamados por nadie».
Muchas agrupaciones animalistas de la isla temen que se les sacrifique, puesto que, de no ser reclamados por nadie, tampoco se dispone en Ibiza del espacio suficiente para mantener con vida a los felinos.
Asimismo, el responsable de bienestar animal de Podemos recuerda que los gatos ferales no pueden ser adoptados, ya que su naturaleza impide que se adapten a vivir en una casa o un piso.
Los animalistas que no forman parte del acuerdo presentado ayer por el Ayuntamiento de Sant Josep lamentan que no se haya hablado por el momento de la forma en la que tienen previsto atrapar a los gatos y piensan que llenar los montes del municipio de trampas no es bueno. No solo para los gatos, sino también para otras especies.
Guastella cree que «quizá ocurra algún día que animalistas y cazadores puedan ir de la mano en tareas de este tipo, pero creemos que ese momento todavía no ha llegado», subraya.
«No creo que haya habido mala fe en la idea de poner en marcha esta iniciativa anunciada por Sant Josep, pero lo cierto es que falta mucha información y se deben conocer los pormenores de las bases para saber que se ha planteado de forma correcta y sin perjuicio de los gatos ni de sus dueños, si los tienen, y, lo más importante, que se ajusta a la ley», concluye.