EFE / El sector hotelero español prevé que esta Semana Santa no va a llegar «ni siquiera a un 20 %» de la facturación que tuvo antes de la pandemia de la covid-19 en 2019, lo que considera «un auténtico desastre».
Según el secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), Ramón Estalella, había «una cierta expectativa» y se habían hecho reservas no solamente en las zonas de sol y playa, sino también en muchas de las ciudades que celebran Semana Santa, pensando que va a haber actos religiosos o movimientos de personas.
Sin embargo, los cierres perimetrales, tanto autonómicos como provinciales, han hecho que se anule prácticamente todo lo que estaba hecho, ha lamentado.
Además, «no es verdad», tal y como han venido diciendo algunos, que los turistas extranjeros iban a suplir de alguna manera los movimientos de los nacionales, ya que los grandes mercados emisores de España no pueden viajar, ha afirmado este lunes.
Es el caso de los franceses, que están confinados, y de los ingleses, que tampoco pueden viajar, mientras que los pocos alemanes que lo pueden hacer, al no haber conectividad aérea, «no suponen más que una pequeña punta de lanza de lo que esperamos que venga en el futuro, pero esta Semana Santa no van a venir personas, no tenemos movimiento y la gran mayoría de los hoteles ni siquiera va a abrir», ha advertido.
A su juicio, está claro que lo que hay que hacer es limitar los contactos entre personas, vacunar y comprobar por medio de test que no hay contagio, «pero no limitar la movilidad», ha defendido.
Para la Cehat, la limitación a la movilidad de las personas es «un inmenso error» porque lo que se está comprobando es que, incluso en las zonas donde no hay movilidad, pero sigue habiendo contactos, hay muchos casos de incidencia de la covid-19. «Por tanto, lo que decimos es sí a la movilidad, no a los contactos», ha insistido.
Alemania estudia ligar la opción de viajar a exterior a su incidencia interna
El Gobierno alemán avanzó este lunes que pretende ligar la posibilidad de los viajes turísticos no solamente a la incidencia de la pandemia en los países de destino sino también a la evolución de esta variable en su propio territorio.
La tercera portavoz del Gobierno alemán, Martina Fietz, lo explico en una rueda de prensa rutinaria al ser expresamente preguntada sobre la controversia en torno a la posibilidad de viajar esta Semana Santa a Mallorca porque las Baleares no se encuentran ya en la lista de regiones de riesgo para Alemania.
«El Gobierno alemán está muy interesado en que no nos encaminemos hacia un crecimiento exponencial y por eso las etapas de la desescalada sólo se pueden dar con una incidencia estable o a la baja. En este contexto se van a tratar los viajes de vacaciones, sean al extranjero o en el interior«, indicó.
La incidencia acumulada a siete días lleva varias semanas al alza en Alemania y este lunes alcanzó los 107,3 casos por cada 100.000 habitantes (en Baleares la media a 14 días es de 47,59 casos; en Ibiza de 30,42 y en Formentera de 24,77 casos de IA a 14 días; mientras que la IA a 7 días en Baleares está en 27,75 casos y en Ibiza a solo 8,79). La media nacional rozó los 200 a finales de diciembre y desde entonces y hasta mediados de febrero había descendido de forma progresiva, hasta acercarse a los 50.
Fietz destacó que los viajes turísticos al extranjero «tendrán su papel» en la reunión que van a celebrar este lunes por la tarde la canciller Angela Merkel y los jefes de Gobierno de los 16 estados federados.
Al ser una cuestión que aún está pendiente de negociación entre el Ejecutivo central y los «Länder», Fietz añadió que no quería anticiparse al debate.
Como posición general, la portavoz señaló que el Gobierno alemán «apela a todos los ciudadanos a evitar los viajes no imprescindibles, especialmente los turísticos», ya que es una forma de propagación de la pandemia. «El levantamiento de la alerta de viaje no es una invitación a viajar», agregó.
Fietz evitó posicionarse con respecto a la presencia de la variante brasileña de la covid en Mallorca y las repercusiones que esto puede tener.
Las autoridades alemanas sacaron de la lista de zonas de riesgo a las Baleares (junto a Extremadura, La Rioja, Murcia, Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha) el pasado 12 de marzo tras comprobar la caída de la incidencia acumulada en estas comunidades autónomas.
El cambio implica que los viajeros que vuelen a Alemania procedentes de esas regiones no precisan un test PCR negativo en las primeras 48 horas ni una cuarentena de diez días.
En los siguiente días distintas empresas del sector turístico aumentaron o reactivaron su oferta relativa a Mallorca y la demanda se disparó.
La situación provocó una fuerte controversia en España, donde la mayoría de ciudadanos no podrán salir en Semana Santa de su comunidad autónoma por las restricciones de la pandemia, y en Alemania, donde el turismo interno está actualmente prohibido, lo que supone graves dificultades económicas para el sector.
El propio comisionado para el turismo del Gobierno alemán, Thomas Bareiß, calificó este lunes de «amargo» en declaraciones a la cadena «phoenix» que sea posible viajar a Mallorca, «pero que un hotel en la Selva Negra o en el mar Báltico tenga que seguir cerrado».