“Yo soy pobre y se lastiman
todos al verme plañir,
sin ver son mías sus riquezas todas,
qué mina inagotable es el pedir.
Mío es el mundo: como el aire libre…”.
El presidente del Consell d’Eivissa, Vicent Marí, le ha pedido al embajador Hugh Elliott que Ibiza tenga un tratamiento diferenciado del resto de España por parte del Reino Unido en cuanto a las condiciones de entrada y salida que se establezcan para los turistas británicos en esta temporada turística.
Imagino que el diplomático se contuvo la risa. “Haremos lo que tú digas, Vicente. No faltaba más”, debió pensar Elliott, fuertemente conmovido por las súplicas del presidente de Ibiza, arrodillado a sus pies y dispuesto a besarle la suela de los zapatos si hace falta.
Como es diplomático le contestó que transmitiría la petición al Gobierno de Su Majestad la Reina, pero que todo dependerá de cómo vaya la vacunación, lo que se decida sobre el pasaporte vacunal y cómo ande de desperdigado el Coronavirus. Vamos, que ya se verá; pero no se hagan ilusiones.
“¡Qué mina inagotable es el pedir!”, escribió Espronceda en su poema El Mendigo. Vicent Marí no quiere que se dispense el mismo trato a Ibiza que al resto de España porque todo el mundo sabe que Balears no es España ni siquiera para el PP insular.
Pero pedir que los turistas británicos que quieran volar a Ibiza tengan trato de favor con respecto a los que quieran volar a Alicante, por poner un ejemplo, es pedir mucho, sin que haya razones objetivas para ello y sin la menor posibilidad de que te lo concedan»
Pero pedir que los turistas británicos que quieran volar a Ibiza tengan trato de favor con respecto a los que quieran volar a Alicante, por poner un ejemplo, es pedir mucho, sin que haya razones objetivas para ello y sin la menor posibilidad de que te lo concedan. Si el señor Elliott no fuese un ejemplo de caballerosidad británica, le hubiese contestado al president Marí con sorna: “¿Cuánta gente han vacunado ustedes en Ibiza? ¿Un 4,9%? ¡Por favor…!”
Todos sabemos desde hace meses que las vacunas son la única esperanza para tener una temporada turística medio normal. También sabemos que la economía pitiusa no resistirá otro verano en blanco, sin vuelos, sin turistas y con los hoteles, discotecas, restaurantes, bares y chiringuitos cerrados. De modo que hacer de plañidera ante el representante diplomático del Reino Unido de la Gran Bretaña es ponerse en evidencia y hacer el ridículo.
¿Cree que los turistas optarán por venir a Ibiza, con las discotecas y el ocio nocturno cerrados, y con una ínfima parte de los residentes vacunados? Pudiendo ir a Grecia o a cualquier lugar de España…
Lo que hay que hacer hace muchos meses que todos lo sabemos y sin embargo, no se hace o al menos no como es debido. Vamos a entrar en el mes de mayo y la población inmunizada es residual. ¿Cree que los turistas optarán por venir a Ibiza, con las discotecas y el ocio nocturno cerrados, y con una ínfima parte de los residentes vacunados? Pudiendo ir a Grecia o a cualquier lugar de España… Así que más vale hacerse a la idea de que este verano será otra calamidad que provocará el cierre de miles de negocios y empresas. Y eso teniendo el Covid bajo control, que como no lo esté, ni te cuento. Ni Su Graciosa Majestad podrá arreglarlo.
“Mío es el mundo: como el aire libre,
otros trabajan porque coma yo;
todos se ablandan, si doliente pido
una limosna por amor de Dios”.
José de Espronceda.