El Área de Salud de Ibiza y Formentera va a dar este lunes «un paso más en la recuperación de la normalidad», tras mejorar los datos de actividad y recuperar la totalidad de los profesionales después de la tercera ola de la pandemia de la COVID-19.
De esta manera, a partir del lunes 17 de mayo, los pacientes podrán elegir el modelo de cita, algo que hasta ahora dependía del profesional sanitario; es decir, es decisión de los usuarios el tipo de consulta que prefieren.
La excepción serán aquellos pacientes cuya sintomatología sea compatible con la COVID-19. Para estos se mantienen los circuítos actuales, con la consulta previa telemática y la citación en las UVAC exprés para la realización de la PCR.
La cita podrá pedirse por medio de la app, el Portal del Paciente, los teléfonos de cita previa o los servicios de admisión y citas de los centros de salud.
Desde la dirección de Atención Primaria se prevé alcanzar en los primeros días el 70 % de presencialidad —hasta ahora oscilaba entre el 40 y el 50 %— y el 30 % de consultas telefónicas.
Según la directora de Atención Primaria del Área de Salud de Ibiza y Formentera, Violeta Vega, «seguimos en plena pandemia y hay que recordar que los cambios en la atención de los centros de salud se han visto obligados por esta crisis sanitaria. Los profesionales han hecho un esfuerzo titánico para atender a los pacientes en estas condiciones y adaptarse a un nuevo sistema, algo a lo que también se han tenido que adaptar los usuarios».
«Es preciso destacar que en las peores semanas de la tercera ola, en Ibiza y Formentera muchos médicos aislados o contagiados, incluso a veces con fiebre, han estado llamando desde sus casas a los pacientes que tenían en agenda para velar por la salud de estos», ha aplaudido Vega.
Desde la dirección de Atención Primaria recuerdan en un comunicado que «las visitas presenciales, en la modalidad actual, se han llevado a cabo desde que empezó el estado de alarma en junio de 2020. El acceso a la cita previa ha sido exclusivamente por vía telefónica, pero de estas llamadas se han derivado citas presenciales en todos los casos en los que ha sido necesario por criterio médico y ante la imposibilidad de poderla resolver por teléfono».
Violeta Vega destaca que «la consulta telefónica no desaparecerá, ya que se ha demostrado como una magnífica herramienta de trabajo tanto para el profesional sanitario —que puede resolver determinados problemas de salud, evaluar si el paciente precisa una visita presencial posterior, hacer el seguimiento de muchas patologías o resolver dudas de pacientes— como para el paciente. Las razones son que se evita el desplazamiento, se reduce el absentismo laboral, disminuye el riesgo de contagio, se favorece la accesibilidad y supone un gran beneficio, especialmente para los pacientes crónicos».
En la línea de la consulta telemática existe un proyecto de consulta por videollamada que se espera implantar a medio plazo.