La dirección general de Pesca y Medio Marino ha iniciado el expediente de denuncia de una embarcación que llevaba a bordo a tres pescadores submarinos que practicaban esta actividad prohibida dentro de la Reserva Marina des Freus de Ibiza y Formentera.
Los hechos, según relatan desde la conselleria del ramo, ocurrieron el pasado viernes 7 de mayo a las 9.40 horas de la mañana y en el acta de denuncia también consta que había una persona pescando con caña desde la embarcación sin licencia de pesca.
Los integrantes de la embarcación huyeron cuando el servicio de guardapesca marítimo de la Reserva Marina des Freus de Ibiza y Formentera y de Punta de Sa Creu le avisó de que debían acercarse a la costa.
Además, los pescadores realizaban pesca submarina sin boya de identificación reglamentaria.
Según la denuncia, el servicio de guardapesca detectó desde tierra una embarcación semirígida recreativa parada en la zona de Punta Prima, bajo la torre de vigilancia, dentro de los límites de la Reserva Marina.
Comprobaron que había cuatro personas, una de ellas pescando con una caña, y otras tres en el agua, haciendo pesca submarina, sin la identificación reglamentaria.
Al cabo de un rato los submarinistas subieron a bordo de la embarcación vestidos con neopreno, aletas, un arpón de pesca submarina y una defensa de la embarcación de color blanco, que utilizaban como boya reglamentaria, pero que no lo es.
Después, los integrantes de la embarcación cambiaron de posición, hacia el saliente de Punta Prima, y dos personas se volvieron a meter en el agua para hacer pesca submarina. Otra persona se puso a pescar con caña desde la embarcación.
El servicio de guardapesca utilizó un dron para fotografiar la secuencia.
Al detectar la presencia del aparato, las personas que estaban a bordo de la embarcación avisaron a los que estaban en el agua y los recogieron con la lancha.
Posteriormente se fueron a fondear en la bahía des Pujols.
«El servicio de guardapesca se trasladó por la costa hasta este punto y desde allí les pidieron hasta en dos ocasiones que se acercaran a costa. Los integrantes de la embarcación hicieron caso omiso, arrancaron la embarcación y se dirigieron a Ibiza», indican en un comunicado.
Los guardas, entonces, se pusieron en contacto con un inspector de pesca de Ibiza y con una persona del Parque Natural de Ses Salines por si los detectaban en el mar. Como no fue así, avisaron a Autoridad Portuaria y el SEPRONA de la Guardia Civil por si los podían identificar al llegar al puerto.
Finalmente no se pudo identificar a los pescadores y, por lo tanto, el acta de denuncia se dirige al propietario de la embarcación hasta que los identifique. Se enfrentan a una sanción por una infracción grave, que puede suponer entre 150 y 30.000 euros.
Te va a salir caro el pescado