Gérald Marie (París, 1950), ex presidente de la prestigiosa agencia de modelos Elite -de donde emergieron tops internacionales como Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Cindy Crawford, entre otras-, habla en exclusiva para NouDiari y por primera vez desde que salieran a la luz las acusaciones de violación y abusos sexuales denunciadas por parte de varias modelos que trabajaron con él y que han sido recogidas por diferentes medios de comunicación de todo el mundo.
La entrevista tiene lugar en su casa de es Cubells, situada en lo alto de una montaña desde donde se divisa la iglesia de este pequeño pueblo del municipio ibicenco de Sant Josep de sa Talaia. Al fondo, en la línea del horizonte, el mar y la isla de Formentera. Reside de forma habitual en Ibiza, donde empezó a construirse esta vivienda hace alrededor de 40 años, explica.
El exmarido de la top Linda Evangelista (entre 1987 y 1993) y casado en la actualidad con la también modelo Irina Bondarenko, niega de forma rotunda los hechos que se le imputan. Es la primera vez que se expresa abierta y públicamente sobre este asunto desde que estallara el escándalo, que está removiendo los cimientos de la industria.
Con cara de preocupación, serio, responde, una tras otra y de forma pausada, a las preguntas formuladas durante los poco más de 30 minutos que dura el encuentro.
Varias mujeres aseguran que abusó sexualmente de ellas cuando comenzaban sus carreras como modelos, aprovechándose de su posición de responsable de la agencia más prestigiosa del mundo en este sector, Elite Models…
En realidad, hasta hace poco solo tenía conocimiento de dos casos. Y puedo afirmar que dichas acusaciones son totalmente falsas. Igual que el resto. Jamás se me habría ocurrido. Tanto porque no es mi forma de ser ni de actuar como por el hecho de que cualquier desliz en este sentido habría supuesto la retirada inmediata de mi licencia para desarrollar esta actividad, que es imprescindible en Francia, y eso hubiese puesto punto y final a mi carrera.
Cualquier desliz en este sentido habría supuesto la retirada inmediata de mi licencia para desarrollar esta actividad, que es imprescindible en Francia, y eso hubiese puesto punto y final a mi carrera»
Y, entonces, ¿cómo explica las denuncias públicas que se han producido hasta la fecha?
No tengo ningún requerimiento por parte de la justicia sobre estos hechos. No es normal que estas acusaciones aparezcan 35 ó 40 años después de cuando se supone que se produjeron. No tiene ningún sentido, más allá de hacer daño o buscar algún tipo de beneficio. Si alguien se encuentra en una situación como la que explican estas modelos, lo habitual, y lógico, es que lo denuncie al instante, no más de tres décadas después, como ha ocurrido.
No obstante, la fiscalía ha abierto una investigación al respecto.
Si la justicia francesa necesita cualquier cosa, por mi parte no habrá ningún problema. Mi postura es la de colaborar en todo lo que haga falta. No tengo nada que esconder.
Pero, realmente, ¿no teme que le puedan llamar a declarar en vista de la dimensión que está adquiriendo este asunto?
En absoluto. Responderé a lo que haga falta. Insisto, no hay nada de nada. Ni en Francia ni en España ni en Italia… ni en cualquier lugar de Europa ha habido una sola queja. Todas, casualmente, vienen por parte de chicas de Estados Unidos u otros lugares del mundo. Y nunca registraron una sola denuncia ante la justicia o la embajada norteamericana en Francia.
En cuanto a los dos casos de los que dice que tenía constancia inicialmente, ¿de quiénes se trata?
Una es la por entonces periodista de la BBC Lisa Brinkworth. Me quería destruir. Todo porque un día me dijo que se quería acostar conmigo y la rechacé. Desde entonces, me detesta. La otra es Carré Otis, expareja del actor Mickey Rourke, modelo y después también actriz, quien siempre ha reconocido abiertamente su adicción a las drogas.
Carré Otis relata que cuando ocurrieron los supuestos abusos ella era menor de edad…
He trabajado con menores toda la vida. Jamás las he tocado. Ni a ella, ni a ninguna otra. Es imposible. No puede haber una sola prueba de ello, porque no ha sucedido. Además, en aquella época a la que se refiere yo ya estaba casado con Irina (su actual pareja y con quien tiene dos hijas)… La justicia necesita pruebas y en sentido estoy tranquilo, porque, simplemente, no ocurrió. Por tanto, no puede haberlas. Es su palabra contra la mía. Nada más. Carré Otis ha escrito un libro sobre su vida, y necesita atraer al público con comentarios y citas de este tipo. También sé que, en su momento, utilizó esta historia para dar celos a su exmarido, Mickey Rourke. Son invenciones.
La justicia necesita pruebas y en sentido estoy tranquilo, porque, simplemente, no ocurrió. Por tanto, no puede haberlas. Es su palabra contra la mía. Nada más»
La reportera Lisa Brinkworth, a la que cita, tomó imágenes con cámara oculta que le comprometían…
Se quiso hacer pasar por modelo, pero, obviamente, no coló. Un día vino donde estaba junto a todo mi equipo y me dijo que quería acostarse conmigo. Al no hacerle caso, sacó a la luz, sin justificación ni veracidad, un reportaje que hablaba mal de mí y de la industria y hubo querellas cruzadas con la BBC y, posteriormente, una disculpa y un acuerdo mediante el que se olvidó todo este tema, que no se sostenía por ningún lado.
Si lo niega absolutamente todo, como está haciendo en esta entrevista, y mantiene que es todo falso, ¿por qué no emprende acciones legales en defensa de su honor?
De momento no hay nada. Solo palabras hirientes que están causando dolor, sufrimiento y perjuicios tanto desde el punto de vista familiar como empresarial. La estrategia es esperar y contraatacar sólo si la cosa fuera a más. De todas maneras, me da la impresión de que en este momento es del todo imposible iniciar una batalla contra el movimiento #MeToo, desde donde ahora mismo se está promoviendo mi destrucción sin ninguna prueba consistente que lo avale.
Entiendo esta postura y este movimiento, y sé que ha habido personas que se han aprovechado de su cargo y posición para otros fines, que han abusado de mujeres. Respeto los ataques justificados y los apoyo. Lo que no entiendo es que se persiga de la misma manera y ferocidad a otras personas sin respetarse la presunción de inocencia y sin ningún tipo de prueba. Es terrible.
¿Y no le preocupa la posibilidad de que aparezcan otras modelos que también alcen la voz en este sentido?
No. Todas las mujeres que ahora denuncian estos hechos tienen hoy alrededor de 60 años y hablan de cosas que habrían ocurrido hace entre 30 y 40 años atrás y no hay un solo elemento que lo demuestre. A lo largo de mi vida profesional habré trabajado con cientos de miles de modelos y solo ha surgido un grupo reducido que me ataca injustificadamente y estoy convencido de que no habrá más.
A lo largo de mi vida profesional habré trabajado con cientos de miles de modelos y solo ha surgido un grupo reducido que me ataca injustificadamente y estoy convencido de que no habrá más»
¿Por qué está tan seguro?
Las cosas han cambiado mucho en esta industria desde entonces. Ahora, la gran mayoría de modelos jóvenes son gente preparada y con ciertos estudios. Antes no. Antes había quienes eran capaces de todo con tal de conseguir su objetivo, el éxito, la fama… Y les daba igual cómo y lo que hubiera que hacer para ello. Eran otros tiempos, había menos posibilidades y menos campos laborales en los que poder triunfar o ganarse la vida. Hoy en día todo esto es muy diferente.
Y cuando escucha o lee los comentarios de las modelos que denuncian estos hechos, en algunos casos con todo tipo de detalles, ¿no siente nada?
Siempre, más o menos, es la misma descripción. Es algo que vende y un tipo de información, por decirlo de alguna manera, que le encanta sobre todo a la prensa inglesa, que en muchos casos vive de este tipo de noticias y del sensacionalismo. Les da igual que sea cierto o falso o el daño que con ello puedan causar, y van locos por conseguir este tipo de basura.
¿Y tampoco piensa demandar a estos medios de comunicación por difundir noticias que usted considera y afirma que son falsas?
Abrir un proceso de este tipo contra gigantes de la comunicación, algunos de ellos en Australia, es una locura y la resolución, además, puede tardar años y años en llegar. Y esa espera es incómoda y mientras se produce, sigue habiendo ataques, a veces más contundentes aún por el hecho de haber denunciado. Es realmente complicado.
¿Esperaba que le pudiera pasar algo así, que salieran a la luz este tipo de declaraciones y denuncias?
No comprendo nada de lo que está pasando, de lo que estoy sufriendo. No me lo habría esperado nunca. Si fuese culpable, lo asumiría, bajaría la cabeza, pediría perdón y haría lo que tuviera que hacer para restaurar el daño que hubiese podido causar, pero no es el caso. Además, tendría muy fácil admitirlo, porque todas las denuncias habrían prescrito y me enfrentaría solo al desprestigio de mi carrera laboral cuando está en su tramo final.