«Injusta», «mal argumentada», «discriminatoria»… La noticia de que la normativa actual de prevención de la Covid en Baleares no contempla la actividad de DJ, ha generado una cascada de reacciones de rechazo por parte del sector ibicenco.
Los dj residentes no comprenden esta «caza de brujas» y defienden su derecho a poder actuar «respetando todas las normas».
Joan Ribas, al igual que otros muchos discjockeys de la isla, ha empleado las redes sociales para expresar su opinión, que comparte también en Noudiari: «Sinceramente me parece una medida muy injusta y mal argumentada, por lo que supongo, y espero, que será matizada y rectificada con prontitud».
«Tal como nos lo explican, es una medida que, además, y sin duda lo más importante, deja sin medio para ganarse la vida a un gremio de profesionales residentes en las islas -la mayoría autónomos- que lleva 16 meses sin trabajar, y que ejerce una profesión legal y honesta como la mayoría de contribuyentes», añade.
Ofende, afirma, por «el insultante» argumento que se percibe de fondo «de que los pinchadiscos, selectores de música o deejays, no somos creadores de ambiente -no exclusivo para el baile- cuando es nuestro objetivo principal –our aim como dirían los angloparlantes- y precisamente en las islas donde se ha desarrollado poderosamente esta variante artística de la profesión», subraya.
«Me parecen -añade- unos razonamientos sesgados por estereotipos y que confunden el medio con la finalidad. Somos parte del tejido cultural; la gran mayoría de colegas profesionales somos personas que estamos en esto por la música -un enorme abanico de estilos de música- y con ella y gracias a ella vivimos y creo -humildemente- que colaboramos al hacer más feliz la vida de mucha más gente, como hacen tantas y tantos que desarrollan su trabajo con pasión. Soy el primero que opina que hay que seguir con restricciones y que ciertas actividades tienen que seguir vetadas y penalizadas -y no solo ahora con la pandemia-, pero no creo que nadie puede afirmar -si no es cegado por los prejuicios- que poner música para ambientar un restaurante, un hotel o un bar, que cumpla con todos los requisitos que exige la ley -las discotecas siguen cerradas-, sea más ‘peligroso’ que poner el hilo musical, y empeore la situación. Más bien al revés, porque la proliferación de acontecimientos piratas parece incontrolable, y más si no se da opción regulada y legal», concluye.
Otros djs de la isla se han pronunciado en términos similares, aunque cargando mucho más las tintas contra el Govern balear, y esta tarde habrá una reunión para abordar el tema en la recién constituida Asociación DIPEF ( Discjokeys i Productors Eivissa i Formentera), en la que participan nombres tan potentes como DJ Oliver o David Moreno y que pronto se dará a conocer de manera oficial.
Por su parte, la asociación Somos Ocio Nocturno, se ha pronunciado con contudencia al respecto a través de todas sus redes sociales.
«¡Ser DJ es una profesión!», recuerdan y califican de «vergonzosa» la «triste noticia con la que se ha levantado hoy el sector».
Por su parte, el conocido empresario hotelero y promotor musical Diego Calvo ha relatado, punto por punto, la «injusticia» de esta prohibición, que también comparte en Noudiari.
«¿De verdad esto es una medida de ayuda al turismo de nuestras islas?», se pregunta Calvo y subraya, uno a uno, los argumentos contra la prohibición.
«Los turistas vienen mayoritariamente a Ibiza por el ocio, la música es uno de nuestros mayores valores y en momentos tan difíciles como los que estamos viviendo es tan necesaria que me parece una locura prescindir de ella. Los pocos turistas que hay no tienen qué hacer o dónde ir, ¿por qué decidís arrebatarles también la música? ¿Qué daño hace? Después de un año y tres meses de encierro, la gente necesita alegría y la música es eso, los djs se encargan de poner esa banda sonora a las vacaciones de nuestros visitantes», explica.
Como segundo argumento remarca que «el Dj es un trabajador más al que el Govern debe cuidar y proteger. Es un sector de los más castigados, que lleva más de un año parado y que, siendo mayoritariamente autónomo, no ha recibido ayudas o han sido ridículas. ¿Os habéis parado a pensar en las consecuencias de todo esto?: Pérdidas de empleo en todos los sectores ya que directa o indirectamente todo el mundo vive del turismo en las islas y se verán afectados porque muchos turistas optarán por otros destinos donde los djs puedan trabajar. Daños a la marca destino, que siempre se ha caracterizado por tener música en sus locales, y ya no solo música, profesionales que ambientan los locales según la hora del día, el tipo de público…etc. Se nos conoce en todo el mundo por esto».
Y termina: «Ante injusticias así, sólo queda alzar la voz porque las personas que hemos sufrido estas restricciones durante tanto tiempo somos nosotros, los trabajadores de Baleares. Nadie nos ha preguntado si estamos de acuerdo con estas medidas, esto lo deciden unas pocas personas que no entienden las consecuencias de lo que firman. Que no nos tienen en cuenta. No podemos manifestarnos y hay que evitar las aglomeraciones pero expresaremos nuestro desacuerdo y nuestra negativa ante esta imposición«. Empresarios y trabajadores llevamos «demasiado tiempo aguantando y sobreviviendo como hemos podido y ahora que empezamos a reactivarnos económicamente, las instituciones deberían apoyarnos y ayudarnos para que este reinicio sea lo más fácil posible, no todo lo contrario, poniendo obstáculos a nuestro esfuerzo».
El dj Javi Box, en la misma línea, cree que el error de esta normativa «es confundir que, con lógica, no se pueda todavía hacer eventos donde la gente pierda la distancia social ayudada por alcohol (o incluso drogas) que ayudan a desinhibirse junto con el clásico dj-discoteca con música bum-bum. Lo vemos cada verano hace muchos años. De esto a endemoniar a un sector y a la música en sí como culpable de contagios…. Que no se pueda ambientar un exterior. Vivimos una escalada de medidas desproporcionadas y lo más grave que no son coherentes unas normas con otras», concluye el discjockey ibicenco.