El Ayuntamiento de Sant Josep ha iniciado el procedimiento de declaración de ruina del edificio A de los apartamentos Don Pepe, de es Codolar, ante la situación de «riesgo para la integridad de las personas que presenta el inmueble».
Los vecinos deberán desalojar el edificio en 72 horas. En total se calcula que se desalojarán unos 30 apartamentos con 60 personas, una cantidad que se concretará cuando se hagan las notificaciones.
También se ha activado el dispositivo de Servicios Sociales que permitirá realojarlos en las mismas condiciones que los vecinos de las dos escaleras ya desocupadas hace unos meses.
«Los informes de que disponemos no permiten ninguna alternativa. El riesgo que representan los Don Pepe es inminente y cada día que pasa exponemos las familias que viven a un riesgo real. Antes de tomar esta decisión hemos agotado todas las alternativas y hemos tocado a todas las puertas», ha explicado el alcalde, Ángel Luis Guerrero.
Hace unos días informaron al representante de los propietarios de que no esperarán más para declarar el estado ruinoso.
«La única buena noticia que podemos ofrecerles a estos vecinos es que podremos compensarles parte de lo que perderán a través de un esponjamiento ambiental de este solar. Esta es la única opción viable técnica y jurídicamente que hemos encontrado», ha añadido.
También ha aclarado que no es una expropiación y que se ha calculado con un valor “medioambiental” al estar ubicado en el Parque Natural de ses Salines, ya que su derribo permitiría devolver la zona protegida a su estado original, anterior a 1964.
El hecho que el edificio A esté fuera de ordenación hace que «su valor sea cero, pero atendiendo al hecho que se encuentra dentro del Parque Natural, el Ayuntamiento puede promover el esponjamiento ambiental de la zona y disponemos de una tasación que permitiría pagar en este caso 1.971.000 euros a todos los propietarios, pero tienen que estar todos de acuerdo. No puede ser parcial», ha añadido el alcalde.
En el expediente de ruina confluyen tres vectores: la ruina técnica con el riesgo de colapso; la ruina económica, con una valoración de reparación que asciende a 4,5 millones, y la ruina urbanística debido a que “el edificio se hizo sin licencia”, ha dicho el alcalde, que ha recordado que el Consistorio no encuentra ningún acta que diga que la edificación se hizo con un permiso.
Guerrero ha dejado claro que el Ayuntamiento no tiene «ninguna obligación» en este caso.
«Somos un equipo de gobierno progresista y nos comprometimos a no dejar nadie atrás en esta crisis. Nos golpea la pérdida que sufrirán estas familias humildes de gente trabajadora y queremos ayudar en la medida del que está en nuestras manos», ha añadido.
Con esta oferta «el Ayuntamiento también quiere evitar el largo y peligroso proceso de degradación que sufriría, compensar por su pérdida a los propietarios y también ahorrarles el coste de derribarlo ellos mismos, que estimamos que puede ser próximo al millón de euros», según el alcalde.
La declaración de ruina «dará seguridad jurídica a las personas afectadas, dado que muchas de ellas podrán dejar de pagar las hipotecas y otras cargas sobre estos pisos donde no se puede vivir», añaden.
También tienen la opción de presentar alegaciones en contra e incluso recurrir a los juzgados la decisión del Ayuntamiento si no están conformes.
El Ayuntamiento «no les discute su propiedad, pero tiene que velar por la seguridad de las personas. Si demuestran ante un juez que el edificio es seguro, lo respetaremos», ha explicado Guerrero.
Así, las personas que viven a las tres últimas escaleras de los apartamentos Don Pepe serán realojadas temporalmente en un establecimiento turístico por un plazo máximo de dos meses mientras buscan un alojamiento normalizado.
Recibirán también el apoyo asistencial que puedan necesitar de los servicios sociales municipales, «que consiguieron gestionar con éxito los primeros desalojados del edificio».
Los servicios sociales municipales harán un seguimiento individualizado de cada familia para canalizar sus necesidades.
El alcalde también ha mostrado su preocupación ante la situación del edificio B, donde ha reiterado a los propietarios la petición de que presenten cuando antes un proyecto de rehabilitación que garantice la seguridad del edificio. «Nuestros informes técnicos sugieren que podría estar afectado por las mismas patologías que el edificio A y se tiene que actuar antes de que sea tarde». Redacción / EFE