El servicio de limpieza de la lámina de agua y lucha contra la contaminación en los puertos de Eivissa y la Savina hace un balance positivo de los primeros seis meses de puesta en servicio, durante los cuales ha retirado 1.266 kg de residuos, con una media de 8,67 kg diarios. La empresa concesionaria, Patena Pitiusas, elaborará un informe semestral que permitirá monitorizar la evolución de la limpieza y la diferencia entre las temporadas estival e invernal.
Los desperdicios se han clasificado en tres tipos principales: plásticos, orgánicos y tipo rechazo. De ellas, más de la mitad corresponde a producto orgánico (restos vegetales de algas y plantas junto con madera), mientras que el plástico supone un 25% y el rechazo un 22%.
El mes de mayo ha sido el de mayor concentración de trabajo, con la retirada de 283 kg de residuos (una media diaria de 13,48 kg). El menor, enero, con 46 kg mensuales.
En cuanto a las procedencias de los restos, podemos hablar de procedencia terrestre que acaba en el mar por acción del viento, de estaciones depuradoras, del mar, de la náutica y de la actividad pesquera. En este sentido, más del 52% son residuos procedentes del mar, de origen terrestre, que llevan mucho tiempo en el mar y llegan por acción del viento y las corrientes.
Fundamentalmente se han recogido envases y envoltorios procedentes de otros países de la cuenca mediterránea y residuos orgánicos naturales como restos de posidonia y algas.
La campaña de limpieza ha arrojado, además, datos curiosos, como la cantidad de residuos voluminosos en la cala baix de sa Penya, la alta presencia de jeringuillas, mascarillas y colillas procedentes de tierra y los restos de redes de pesca profesional.
Cuatro embarcaciones
Para llevar a cabo la limpieza de la lámina de agua se han utilizado cinco tipos de embarcaciones: El catamarán Far de Botafoc, único en el mundo, diseñado exclusivamente para la limpieza de la lámina de agua. 100% eléctrico, enchufable y solar, sin ningún tipo de generador o alternador de combustible, tiene 8,5 metros de eslora y una autonomía de baterías como para trabajar dos jornadas (18 horas) a una velocidad entre 2,5 y 3 nudos.
Además cuentan con una lancha semirrígida de carácter híbrido de 7,6 metros de eslora adaptada para la limpieza de zonas de difícil acceso y mayor riesgo, gracias a sus laterales flexibles y de alta resistencia.
La gran novedad de este contrato ha sido la introducción de un dron acuático de casi 2 metros de eslora, y cerca de 1,5 metros de manga, con una cesta de carga de basura marina de 250 litros de volumen y una autonomía de 8 horas.
Finalmente, el Blue Clear, un dispositivo tipo skimmer, autónomo alimentado por placas solares retira plásticos e hidrocarburos ligeros de la lámina de agua. Realiza una separación por filtrado y decantación “in situ”, devolviendo el agua limpia y aumentando la concentración de oxígeno en el área de actuación.