Bocadillos y empanadas, refrescos, mojitos, frutas, vestidos, pareos y gafas de sol. En las playas de la isla de Ibiza se vende de todo y prueba de ello es que la Policía Local de Sant Antoni ha interpuesto 32 denuncias en los últimos días por ejercer esta actividad sin autorización municipal.
Un dispositivo especial en Cala Salada, con agentes uniformados y de paisano y el apoyo de un dron, permitió identificar a seis vendedores que fueron denunciados por venta ambulante.
Levantaron dos actas por desobediencia, ya que las personas se negaron a identificarse y una más a un vendedor que intentó escapar de los agentes, así como cuatro denuncias Covid-19 por realizar la actividad y manipular alimentos sin respetar las medidas sanitarias.
En los últimos diez días, la Policía Local ha levantado otras tres actas en esta playa del municipio también por realizar venta ambulante. Además, ha interpuesto 13 denuncias en la playa de s’Arenal, cuatro en Cala Gració, dos en el Passeig de Ponent, una en es Pouet y otras tres en las calles Santa Agnès, Progreso y avenida Doctor Fleming.
Unidad Territorial de Playas
«El número de denuncias se ha incrementado en la zona costera del núcleo de Sant Antoni tras la puesta en marcha de la nueva Unidad Territorial de Playas, que está operativa desde el 6 de julio», informa el Consistorio en un comunicado.
Los agentes efectúan el servicio con bicicletas eléctricas y cubren las playas urbanas y el paseo desde es Pouet hasta Cala Gració.