@V.R. / A veces las mejores ideas son aquellas que surgen de forma espontánea. Como la que se le ocurrió al fotógrafo y restaurador ibicenco Ramón Tur en un viaje a Formentera. Estaba invitado a un cumpleaños en una playa de la isla en cuya arena había infinidad de filtros de cigarrillo. Con un grupo de niños y la ayuda de varios salabres empezaron a jugar a ver quién recogía más colillas. Y fueron muchas, por desgracia, las que ‘pescaron’ entre todos a la orilla del mar en cosa de unos minutos. Algo que hizo reflexionar a Tur, que no descansó, mentalmente hablando, hasta dar con una posible solución. Tras estrujarse los sesos varios días, ¡eureka!, apareció el remedio.
Tur ha empezado a comercializar con un éxito abrumador un atril que se clava en la arena mediante una estaca y cuya superficie alberga numeroso agujeros en los que se depositan ceniceros cilíndricos procedentes del reciclaje de latas de refresco. Los bañistas llegan a la playa, cogen uno y cuando se marchan lo depositan de nuevo en el mismo lugar después de vaciar su contenido en una red que cuelga del ‘invento’, que ya ha sido patentado. Simple, eficaz, barato y ecológico. En Formentera ya se han instalado más de 40 en las diferentes playas de la isla, adquiridos por los propietarios de restaurantes y chiringuitos. El Ayuntamiento de Ibiza ha comprado también varios de ellos para colocarlos en distintas zonas de baño del municipio. La solución ha gustado.
El estante para los ceniceros está realizado en tablero marino para que dure, explica Ramón Tur, quien asegura que se trata de una medida sostenible y barata de mantener las playas limpias de colillas. «Me encanta la playa, he trabajado en ella y voy siempre que puedo. Y lo de los filtros de los cigarros es un problema serio que siempre me ha preocupado, porque es un residuo no biodegradable que puede tardar años en descomponerse», relata. Tur comenta que ya existen otros soportes que valen como ceniceros para las playas, como unos en forma de cucurucho. Lo que ocurre con éste, señala, es que si se le deja a los bañistas estos ya no lo devuelven y el gasto de producción es importante. Sin embargo, «a nadie se le ocurre marcharse cargado con una lata de refresco».
A Ramón Tur le asombra la buena acogida que ha tenido su invento, que se produce en las Pitiüses y se gestó en Formentera, y comenta sorprendido que los turistas le hacen incluso fotos cuando lo ven en la playa. Hay dos modelos, uno sin papelera y otro con que es un poco más caro. Es fácilmente desmontable y por la noche se puede guardar en los establecimientos que lo tienen como un mueble más de la terraza. Tur ha puesto en marcha también una web sincolillas.com en la que se puede ver las playas donde se utiliza su atril y en la que se explican también las consecuencias que los filtros de tabaco tienen en el medio ambiente. En menos de 24 horas en Facebook (www.facebook.com/sincolillasenlaplaya), la página de Tur ha recopilado más de 200 ‘me gusta’ y la idea está empezando a causar admiración.
«La verdad es que es una cosa que se podría comercializar a nivel balear y nacional incluso, pero la verdad es que si su recorrido acaba en Formentera y Eivissa tampoco me importa porque estoy contento de que se use en las Pitiüses, que es lo que me toca de cerca», concluye Tur.
No servirá de nada, el 99% de los fumadores son unos GUARROS!
Por supuesto que servirá! Si el 10% lo usa… pues un 10% menos de colillas en la playa; si lo usa el 50%, pues la mitad. Una iniciativa excelent!!! Enhorabona, Ramon Tur! I moltes gràcies!
Gracies, Toni.
A vore si per l´any que ve aconseguim mes platges i ajuntaments que vulguen instalar es atrils.
Salut i bon estiu !!!
bona iniciativa, tenir les platges netes es cosa de tots
ahora falta que los fumadores lo utilicen,el problema no es la falta de ceniceros,es de la persona que fuma y no hace por recoger sus propias colillas.
gran idea. soy fumador y no soy un guarro. trato de llevarme mis colillas y demas basura de las playas pero a veces sin querer ni saber se me caen restos seguro porque el trayecto a la papelera, si la hay, es eterno. felicitaciones
Se recoja lo que se recoja siempre será mejor que nada.
Espero que cada vez haya mas playas que cuenten con este atril y se convierta en un elemento relacionado a la playa. Eso hará que los fumadores busquen el atril y por consiguiente su cenicero.
Lo que encuentro absurdo es que se haya patentado, esto sólo pone pegas a su desarrollo lo que me hace dudar de las verdaderas intenciones de su inventor.
En cualquier cosa ojalá deje de haber colillas en el mundo: fumadores, pasaros a los porros.