El Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation, comparando los datos de la clasificación del Govern de 2010, 2015 y 2020, ha apreciado «una disminución gradual de la calidad de las aguas de baño en Ibiza» y eso a pesar de que en 2020 apenas hubo turismo. Esto demostraría, según la organización, que problemas como el vertido de fecales tienen más que ver con el mal estado de las infraestructuras que con la presión humana.
Así, si en el año 2010 la totalidad de las aguas analizadas en 40 puntos de la costa pitiusa fue clasificada con la categoría de “excelente”, esta calidad ha ido menguando a lo largo de la década: en 2015, fueron 38 puntos de muestreo que presentaron aguas “excelentes”, un 95% del total, mientras que en 3 espacios las aguas fueron clasificadas como “buenas”.
Un lustro después, en 2020, la cifra bajó al 65%; es decir que solo en 26 de los 40 puntos de muestreo las aguas se calificaron como “excelentes” (15 menos que en 2010).
Además, 12 puntos de muestreo ofrecieron aguas “buenas”, (4 más que en 2015) y 3 mostraron aguas de calidad “suficiente”.
«Es decir, el deterioro en la calidad de las aguas de baño ha sido continuo en la última década y representa una caída de 35%», alertan desde IbizaPreservation.
Sant Antoni de Pormany, el municipio con mayor pérdida de calidad
En lo que se refiere a la evolución cualitativa de las aguas por municipios, la calidad ha disminuido en la playa de Talamanca y en ses Figueretes de Ibiza, mientras que Sant Antoni fue el municipio con mayores pérdidas cualitativas, registradas en cuatro localizaciones.
De estas, dos se encuentran en la zona de la bahía, mostrando calidad “suficiente”, otra en Cala Gració y la otra en Caló des Moro.
Mientras tanto, en Santa Eulària en dos zonas de baño la calidad ofrecida fue “buena” en lugar de “excelente”: Platja des Riu y Cala Pada.
Por su parte, en las zonas muestreadas del municipio de Sant Joan la calidad de las aguas ha disminuido en tres puntos de muestreo: en el Port de Sant Miquel, en Portinatx y s’Arenal Gros mostrando calidad “buena”.
Por último, en Sant Josep, se encuentran tres zonas catalogadas como “buenas” y no “excelentes”: Platja des Pinet, Badia de Sant Antoni y Cala Vedella.
«Merece la pena señalar que esta clasificación por categorías que hace el Govern Balear no refleja casos de contaminación puntual por fecales», aclaran.
Por este motivo, desde el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation, su coordinadora técnica, Inma Saranova, indica que para analizar la calidad de las aguas de manera precisa es preferible atenerse a los muestreos individuales realizados en las playas durante 2020.
En este sentido, el año pasado se tomaron muestras en 43 puntos de baño diferentes en las Pitiusas y, de estos, 12 han ofrecido valores de superiores a los permitidos legalmente debido a contaminación puntual por bacterias fecales: En Sant Antoni junto a la escollera y en el centro de la playa; en Santa Eulària en Cala Llenya y en Platja des Riu; en Sant Joan en s’Arenal Grosy en Portinatx; y en Sant Josep en es Caló d’en Serralt, Cala d’Hort, Platja d’en Bossa, Platja des Pinet en es Port des Torrent.
En estos casos, en estas zonas de baño se ha recomendado no bañarse en una o más ocasiones a lo largo del periodo estival de 2020. “En la mayoría de estas playas se ha hecho de manera puntual mientras que en la Platja des Pinet se dio en dos ocasiones en el verano pasado”, puntualiza Saranova.
“Es llamativo que en un año en el que hubo un parón sin igual del turismo, y por tanto de la presión humana y de la actividad económica, la calidad de las aguas haya sufrido un descenso tan significativo”, reconoce la coordinadora del Observatorio.
Así, en los lugares donde los eventos de contaminación fecal son recurrentes «probablemente la insuficiencia de las infraestructuras actuales pueda influir» ya que «muchas de estas situaciones se dan después de lluvias”.
Según Saranova, “el parón de la pandemia ha servido para dejar de responsabilizar en exclusiva a la presión humana del deterioro de los mares de Ibiza y comenzar a profundizar en las causas reales de esta situación”.
Por todo ello, desde el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation urgen a las administraciones «a estudiar e identificar de forma rigurosa y científica cuáles son las causas de la disminución de la calidad de aguas de baño en la isla de Ibiza, para actuar con premura e imponer soluciones adecuadas»