Extinction Rebellion (XR) Ibiza se ha concentrado esta mañana en la sucursal del banco BBVA de la calle Enrique Fajarnés para exigir a la entidad que deje de financiar a empresas y petroleras que utilizan la técnica del fracking o fracturación hidráulica para extraer gas natural y petróleo en países y regiones con legislaciones ambientales menos estrictas.
Durante la acción, que ha respetado las medidas sanitarias vigentes, 3 activistas han permanecido pegadas a la cristalera mientras varias rebeldes se encontraban en el exterior informando a las viandantes sobre la financiación del banco a la industria de los combustibles fósiles.
Extinction Rebellion España se une así a miles de defensoras del clima alrededor del mundo en países como Alemania, Argentina, Colombia, Irlanda, Noruega, Suecia Canadá y Estados Unidos, en el marco de la campaña orquestada por Shale Must Fall y Ende Gelände, que ha realizado más de 20 acciones durante el mes de agosto. El objetivo de estas movilizaciones ha sido denunciar que «las compañías que extraen gas fósil del Sur Global para su importación en el Norte Global y las entidades que lo financian están cometiendo colonialismo energético, además de impedir que se respete el Acuerdo de París».
Las activistas denuncian que el BBVA ha financiado con más de 22 mil millones de euros a empresas de combustibles fósiles como Repsol, Enagás, Naturgy o Pemex. Las activistas cuentan que «el fracking es una técnica muy perjudicial, con múltiples impactos socio-ambientales locales, como el uso de grandes cantidades de agua en zonas de desertificación, aumento de la actividad sísmica en la región o enfermedades graves en la población debido a los productos químicos utilizados que contaminan ríos y aguas subterráneas». En las zonas en las que se practica la técnica de fracking se han denunciado graves afectaciones a la salud de las poblaciones como el aumento de infertilidad, abortos espontáneos, enfermedades de nacimiento, y mayores tasas de mortalidad infantil.
Además, dicen, tiene consecuencias globales importantes, pues libera grandes cantidades de metano a la atmósfera que se sale de pozos abandonados y que se escapa en fugas durante su transporte. El metano es un gas de efecto invernadero mucho más potente que el dióxido de carbono, y el uso de la técnica del fracking hará imposible cumplir con el Acuerdo de París, lo que tendrá consecuencias devastadoras para la humanidad en las próximas décadas. Tan solo dos yacimientos de gas del Sur Global, Vaca Muerta en Argentina, y Kavango en Namibia y Botswana, son enormes bombas de carbono y, juntos, consumirán casi un tercio del presupuesto global de carbono que nos queda para evitar el un aumento de más de 1.5ºC de la temperatura media de la Tierra».
Extinction Rebellion advierte que la recién aprobada Ley de Cambio Climático, que prohíbe el fracking en territorio español debido a sus graves consecuencias medioambientales, no considera la extracción con esta técnica en otros lugares del mundo, como Argentina, Argelia o Namibia, donde empresas españolas utilizan la fracturación hidráulica para extraer gas o petróleo, y que financian bancos españoles como el BBVA o el Banco Santander, sin ninguna consecuencia legal. Hecho del que ya advirtió este movimiento a miembros del gobierno, como el congresista López de Uralde, en una carta previa a la aprobación de la Ley de Cambio Climático.
En concreto, señalan que España es el primer país europeo en importar gas natural licuado (GNL), en gran parte procedente de la extracción por fracking. Endesa, junto con Repsol, Naturgy e Iberdrola, están entre los mayores compradores de este gas, cuyo origen «no se menciona en las páginas de ninguna de las empresas que lo comercializan, lo que resulta en una total falta de transparencia».