El pianista franco-húngaro Arthur Coatalen, de solo 16 años, regresa a Ibiza tras ganar en 2019 el Primer Premio Juvenil de la edición XXIII Concurso Internacional de Piano.
El concierto es mañana sábado 28 de agosto en Sant Carles, en la edición de este año del festival que le premió, y promete ser una de esas veladas inolvidables que ofrece esta cita con la música clásica desde su creación.
La relación de este virtuoso con Ibiza comenzó en 2019, cuando Tamás Réti, pianista y director asistente de la Escuela de Música Tóth Aladár de Budapest (Hungría) recomendó a su joven alumno Arthur Coatalen que se presentara al XXIII Concurso Internacional de Piano de Ibiza.
Tenía solo 14 años, pero Arthur Coatalen venció por unanimidad y con el aplauso general de jurado, público y todos los compañeros pianistas participantes del certamen.
Su timidez no ocultó su talento y «arrasó con su técnica virtuosa, su exquisitez y su musicalidad tocando el Preludio y fuga nº13 en Fa sostenido Ma- yor, de Johann Sebastian Bach; la Sonata nº 2 opus 36 en si bemol menor, de Sergei Rachmaninov y el Klavierstücke opus 118, de Johannes Brahms», recuerdan desde el certamen.
Coatalen regresa a Ibiza como parte de su premio con un doble papel: para dar un concierto dentro del XXIV Festival y para ser miembro del jurado del XXIV Concurso, es decir, ver el certamen desde el otro “lado”.
«A sus 16 años sigue imberbe, con gafas, menos timidez y con el estirón dado, al tiempo que reconoce que es un regalo volver a la isla, a tocar el magnífico piano Kawai del Centro Cultural de San Carlos», destaca el festival.
Coatalen «ama la tradición clásica y los clásicos, habla varios idiomas, se maneja en redes sociales y acaba de dar un salto de gigante en su trayectoria académica al lograr acceder a una edad tan temprana al Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París (CNSMDP), donde continua sus estudios con la maestra Hortense Cartier-Bresson», destacan desde el certamen.
“Si cierras los ojos escuchas a un adulto, a un artista de una madurez apabullante. ¡Pero es un niño! Cuenta con una técnica virtuosa espectacular, infalible, muy seguro pero, sobre todo, tiene un sonido orquestal, con una musicalidad y una sensibilidad exquisi-tas”. Así, lo definió la pianista eslovaca Tatiana Franova, miembro del jurado en la pa-sada edición.
Para la noche del sábado ha escogido la Suite inglesa nº 3 en sol menor (c.1714), de Johann Sebastian Bach (Barroco); Las campanas de Ginebra: Nocturno (1838), de Franz Liszt (Romanticismo); Sonata para piano nº 12 en Fa Mayor (1783), de Wolfgang Amadeus Mozart (Clasicismo) y “Scarbo” de Gaspard de la nuit (1908), de Maurice Ravel (Impresionismo).