Una media de 46.310 vehículos utilizaron a diario las nuevas variantes de Jesús y de Ca na Negreta durante el mes de agosto, ha informado el Consell de Ibiza este martes en un comunicado. Estas nuevas infraestructuras, ligadas a las obras de la carretera de Santa Eulària, permitieron ahorrar 38.240 vehículos por el interior del casco urbano de Ca na Negreta (6.649 camiones y 31.591 turismos), y 8.070 al casco urbano de Jesús (655 camiones y 7.416 turismos), según el estudio de carga realizado el mes pasado por el Servicio de Red Viaria del Consell.
El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí; el conseller de Red Viaria, Mariano Juan; y la alcaldesa de Santa Eulària, Carmen Ferrer, han visitado este martes la zona para hacer un balance sobre la intensidad del tráfico y recorrer el nuevo paso soterrado que conecta Jesús y Puig d’en Valls.
Vicent Marí ha explicado que infraestructuras han permitido “pacificar” estos pueblos de acuerdo a lo que “siempre han deseado los vecinos”. También ha animado a la población a usar estas variantes, sobre todo la de Jesús, ya que son vías “más rápidas, más seguras y más fluidas”, y a su vez, repercuten en una mejor calidad de vida para los residentes.
Por su parte, la alcaldesa de Santa Eulària ha indicado que la “pacificación de tráfico” permitirá transformar los centros urbanos para darles más «humanidad» y ha señalado que ya se trabaja en la redacción conjunta del proyecto de urbanización de Ca na Negreta.
Finalmente, el conseller de Red Viaria, Mariano Juan ha remarcado que el tráfico pesado se ha reducido casi a cero en Ca na Negreta y un 85 % en el núcleo de Jesús.
También ha indicado que los usuarios del colegio de Jesús tienen ahora más seguridad “con un paso elevado y un aparcamiento en condiciones” y que el último gran cambio es el paso soterrado que une Jesús con Puig d’en Valls, dos localidades que en cuestión de semanas, “se unirán con Vila” a través de la pasarela de s’Olivera.
EFE
La «pacificació» del tràfic per fer.lo mes «humà», es total. No mes se li podia ocurrir a uns peperos.