El HC Eivissa ha empezado su segunda temporada en la Liga de División de Honor Plata de balonmano (Grupo B) con un valioso triunfo en su pista de sa Blanca Dona ante el Cajasur Córdoba, 25-24. El equipo ibicenco fue madurado el partido poco a poco para marcharse al descanso con una renta de tres goles (14-11), la más amplia de todo un primer periodo, en el que los goles de Bodi (4 en el primer acto/1 en el segundo), Ander Iriarte (3/1) y Vicente Sancho (3/4), el especialista desde los siete metros en el cuadro insular, marcaron diferencias.
Pero no estaba todo el pescado vendido. El Córdoba no iba a dar su brazo a torcer y tras la reanudación mostró ambición. Sin embargo, las pérdidas de balón no forzadas le impedían igualar el duelo ante un HC Eivissa que tampoco estaba inspirado, especialmente en el lanzamiento. Este hecho le costó que poco después del minuto 40 su rival pusiera el empate a 18 en el tanteador. Había partido. No iba a ser un paseo, ni mucho menos, a pesar del desenlace de los primeros 30 minutos.
Una contra errada del Eivissa, un golpe en ataque en dos jugadas consecutivas y la indecisión, en general, parecían lastrar al cuadro de Geno Tilves, que se mantenía por delante por los disparos a los palos de los visitantes en ataque. No obstante, el partido llegó a su tramo final, a los últimos diez minutos, con igualdad, 21-21. En este momento se produjo la jugada tonta del partido, y tras una exclusión visitante, hubo otra para los ibicencos por protestar para Iriarte. Con lo que iba a ser una superioridad para los de casa se quedó con un seis para seis en los dos siguientes minutos.
No obstante, el grupo local salió mejor parado de estas exclusiones, con dos goles de ventaja que le acercaban a la parte final por delante, 24-22, los mismos con los que se entraba en los cinco minutos concluyentes, 25-23. Apretaba la defensa local, pero con amenaza de pasivo, el Córdoba lograba ponerse a uno nada más, 25-24, a falta de cuatro minutos. Quien contralara mejor los nervios, dada la impresión de que iba a llevarse el choque.
Gamallo paró cuando los visitantes trataban de empatar, y el Eivissa entró al último minuto con un gol por delante y un excluido en las filas rivales. No se podía escapar el triunfo, y para atarlo del todo, Geno Tilves pidió tiempo muerto para bajar las revoluciones en su equipo y templar los ánimos. La última, no obstante, fue para el Córdoba, que trató de salvar un punto en un fly que la defensa detectó y cortó para hacerse con el partido. Un inicio prometedor para los ibicencos.