El grupo hotelero ibicenco Palladium ha demando a Deutsche Bank por 500 millones de euros por daños y perjuicios con motivo de la venta presuntamente indebida de derivados de divisas de riesgo, una acción que derivó en graves pérdidas a esta empresa de Abel Matutes, según adelanta el Financial Times.
La demanda ha sido presentada ante el Tribunal Superior de Londres, acusando al banco alemán de haber vendido productos financieros opacos a pequeñas y medianas empresas en España provocándoles problemas financieros, calculan que entre 50 y 100 empresas se han visto afectadas por estas operaciones.
De hecho, según el citado medio financiero, «algunas presuntas víctimas son empresas que forman parte de Palladium Hotel Group, con sede en Ibiza, la séptima cadena hotelera más grande de España, que asegura que Deutsche aprovechó su ingenuidad para venderle derivados que no entendían».
Esta operación, bautizada como ‘Forex’, ha llevado a dos altos cargos a dejar su puesto en Deutsche Bank, así como acuerdos extrajudiciales, «incluido un pago de 10 millones de euros al mayor exportador de vino de Europa, J. García Carrión», señala Financial Times. .
Según ha declarado Deutsche a FT, se defenderán «enérgicamente contra la demanda de Palladium por considerar que carece de fundamento». Además, aseguran que la demanda de la familia Matutes «es un caso aislado».
Palladium dice que los complejos derivados que compró a Deutsche se promocionaron como coberturas seguras contra las fluctuaciones de los tipos de cambio, así como contra las variaciones de los tipos de interés. Sin embargo, el grupo ibicenco alega que dio lugar a comisiones y pérdidas «tan grandes que tuvieron que pedir préstamos sustanciales» para cubrirlas.
Según la demanda, los acuerdos fueron elaborados para Palladium por Antonio Matutes Juan, hermano del fundador de la empresa, Abel Matutes Juan.
Los abogados de Palladium en Estados Unidos, Quinn Emanuel, argumentan que la empresa carecía tanto de la experiencia como de las herramientas necesarias para entender el riesgo de los derivados y que el banco era plenamente consciente de la falta de conocimiento. Sostienen que el prestamista se aprovechó de una «estrecha relación personal» que Antonio Matutes Juan desarrolló con Amedeo Ferri-Ricchi, entonces jefe de divisas de Deutsche en Europa.
La demanda dice que Ferri-Ricchi cortejó a Antonio Matutes Juan en Ibiza en octubre de 2012, poco después de que Palladium sufriera pérdidas en operaciones de divisas con otros bancos. El operador supuestamente promocionó una estrategia de derivados de divisa diseñada «para ser segura». Antonio Matutes Juan, según la demanda, «depositó su confianza» en el criterio de Ferri-Ricchi, comprando derivados que eran «en la práctica imposibles de entender para un cliente corporativo».
Cuando la situación se complicó, Deutsche sugirió reestructurar las transacciones de forma que se incurriera en más comisiones y se produjeran pérdidas aun mayores, afirma la demanda, acusando al prestamista de tergiversar los riesgos a la baja.
El litigio está en curso. Ferri-Ricchi, que no es un acusado en el caso y no está involucrado en los procedimientos legales, dejó al prestamista alemán en 2019, un año antes de que comenzara la investigación, y niega las acusaciones formuladas contra él en la demanda.