La Pujada a sa Cala, la prueba automovilística más antigua de la isla y la cita deportiva insular que mayor número de aficionados al deporte reúne cada año, siete mil en esta edición, según los organizadores, tiene nuevo récord. Los favoritos han cumplido con su papel y han volado, esta vez literalmente, sobre el alquitrán de la carretera de Sant Vicent.
Ni la lluvia ni el resbaladizo asfalto de la carretera mojada han podido echar el freno de mano al ganador de la general y de la categoría II en la prueba ibicenca valedera para el campeonato de España y de Baleares de montaña, Raúl Farré Matas (Silver Cats CS), que ha batido por dos veces consecutivas el mejor registro de la subida, que baja, por primera vez en 36 años, de los dos minutos y se establece en 1:56.613.
Tras una primera manga de toma de contacto, Farré ha marcado un tiempo de 1:57.699 y después, en la tercera y última, ha establecido el mejor registro jamás logrado en la carrera de Sant Joan.
El vencedor ha mantenido un interesante codo a codo por la corona de laurel con Javier Villa (BRC BR53), que también ha bajado de los dos minutos en la Pujada más rápida de la historia, pero que al final ha tenido que conformarse con la segunda posición por un segundo y un puñado de décimas, que ha sido lo que ha decidido al campeón de este 2021, donde la velocidad y la pericia de muchos de los pilotos ha hecho las delicias del público.
A pesar de la lluvia, que ha dado una tregua durante buena parte de la competición, casi hasta el final, la Pujada ha vuelto a rugir con fuerza en el norte de Ibiza y el público ha respondido como siempre, llenando numerosas zonas del sinuoso recorrido, que este año ha supuesto un importante contratiempo para muchos pilotos que han tenido que abandonar antes de tiempo por salidas de vía.
No obstante, no se han producido daños personales y todo se ha limitado a desperfectos en los vehículos accidentados, que han dado trabajo extra a Grúas Ibiza, que se ha llevado una mención especial de la organización por su rápida respuesta, lo que ha permitido, a grandes rasgos, cumplir con el programa establecido. Poco antes del final, muchos aficionados, sobre todo los que iban con niños pequeños, han abandonado el lugar a causa de un fuerte aguacero
Fotos: Moisés Copa
Ha faltado poco para que atropellasen a espectadores