@D.V./ Sentado frente a un teclado, mientras cae la noche sobre la bahía de Portmany y se ilumina el molino con una suave luz azulada, se encuentra James Young, el último compañero de Nico, quien tocó junto a ella en su último concierto en Berlín el 6 de junio de 1988, un mes y medio antes de su muerte. Con voz grave, Young evoca su primer encuentro con la artista alemana antes de recrear ‘Femme fatale’, una de las tres canciones que Christa Päffgen ‘Nico’ interpretaba en el legendario disco ‘The Velvet Underground & Nico’ del año 1966. Se cumple el 25 aniversario de la muerte de Nico en Ibiza, y su recuerdo planea en una velada de pura magia.
“Esta noche intentaré convocar a los espíritus del pasado” comentaba Young antes de su actuación, “me gustaría convertirme en un especie de médium y que todos estos
personajes legendarios puedan hacerse presentes a través de la palabra, la música, el ambiente”. Young conoció de muy cerca a Nico y, evidentemente, su visión de la mujer que se convirtió en uno de los mitos de la contracultura de los años 60 y 70 es completamente distinto y particular: “Para mí Nico no fue sólo una foto o una imagen de las películas de Warhol o de la mítica Factory, sino que fue una mujer, una amiga, una compañera. Apareció en un momento de mi vida en el que yo no sabía qué hacer ni a qué dedicarme, y ella selló mi destino”.
Una exposición para acercarse al mito
La presencia de James Young era indispensable en una noche en la que se trataba de homenajear a una mujer que se hizo famosa por su carrera artística en New York, Berlín o París, pero que encontró un refugio a lo largo de toda su vida en Ibiza. Ayer, en el 25 aniversario de su muerte a causa de una negligencia médica del personal de Can Misses, se inauguró en sa Punta des Molí la exposición Nico Tributo!, que recoge discos, recortes de prensa, fotografias y grabaciones con entrevistas a personas que la conocieron personalmente. Una exposición modesta pero que resulta perfecta y suficiente para acercarse a este mito de lo que en los años 60 y 70 del siglo pasado se conocía como la ‘contracultura’ o el underground.
Una gran parte del material expuesto ha sido cedido por el crítico musical Rafa Cervera, un auténtico experto en la vida y la obra de Nico que, antes de la inauguración, realizó una conferencia en el que resumió su legado musical: “’Chelsea Girl’ es un disco más conocido, aunque ‘Marble Index’ y ‘Desertshore’ nos muestran el auténtico rostro de esta artista”, admitió que son discos de difícil escucha y que “no es música para escuchar mientras vas conduciendo” sino que resultan una experiencia a la que hay que dedicarle una total atención: “Es entrar en un mundo un poco oscuro y melancólico, pero también lleno de belleza. Una propuesta que no debe ser ignorada y que ha influído a otros muchos artistas como Bjork o Patti Smith”.
En la muestra, además, se encuentran recortes de periódicos sobre la muerte de Nico en Ibiza y se recupera el testimonio del periodista y poeta Julio Herranz, que entrevistó al hijo de Nico pocos días después de la muerte de su madre.
La exposición está abierta hasta el 27 de julio en Sa Punta des Molí. Una ocasión perfecta para recordar a una artista que tuvo en Ibiza uno de sus más queridos refugios, y donde pasó los últimos días de su vida.