El Aeropuerto de Ibiza ha llevado a cabo un simulacro general de accidente aéreo con el objetivo de evaluar los procedimientos de actuación y coordinación establecidos en el Plan de Autoprotección, además de comprobar el grado de conocimiento e integración de los diferentes colectivos implicados en la atención de una emergencia aeroportuaria y sus tiempos de reacción y respuesta. Todos los aeropuertos que componen la red de Aena cuentan con un Plan de Emergencias Aeronáuticas en el que se enmarca el Plan de Autoprotección del Aeropuerto, destinado a minimizar las consecuencias que podrían derivarse tras un accidente aéreo, tanto en el área de movimiento del aeropuerto como en el ámbito de sobre vuelo de las aeronaves durante las operaciones de despegue y aterrizaje.
El ejercicio llevado a cabo en el Aeropuerto de Ibiza ha simulado un accidente de un avión comercial que, tras impactar con un dron durante las maniobras de aterrizaje, la aeronave ha salido de la pista y se ha incendiado. El avión, procedente de Madrid, llevaba a bordo 15 ocupantes, 12 pasajeros y 3 miembros de la tripulación. El Centro de Coordinación y Operaciones del Aeropuerto de Ibiza ha activado el Plan de Autoprotección y se ha avisado a todos los colectivos externos e internos implicados en la emergencia.
En el lugar de la emergencia se ha constituido el Puesto de Mando Principal y Avanzado, al que se han sumado todos los agentes implicados: personal del aeropuerto, representantes de compañías aéreas, bomberos del Consell Insular de Ibiza, personal sanitario, la Dirección General de Emergencias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Protección Civil, Policía Municipal de Sant Josep, etc. Asimismo, se ha activado la sala para ilesos y para familiares.
El balance final de víctimas se compone de 9 pasajeros heridos y 1 fallecido. Con este ejercicio, el aeropuerto ibicenco cumple con la normativa de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) en materia de planificación de emergencias en los aeropuertos, y atiende a la legislación que aplican las administraciones nacionales, autonómicas y locales, que obliga al gestor de una instalación aeroportuaria a contar con un Plan de Autoprotección. Esta práctica obedece además al compromiso de Aena de ofrecer un servicio de calidad y seguro.