Los trabajadores de los hoteles en Ibiza de Francisca Sánchez Ordóñez, más conocida como ‘Paquita Marsan’, respiran aliviados después de que se haya activado el diálogo con la parte propietaria (gracias a la mediación del Govern balear) y de que todo apunte a que los puestos de trabajo que estaban en peligro, alrededor de 250, van a garantizarse de cara a la próxima temporada turística.
Así lo han manifestado hoy los representantes sindicales de UGT y CCOO después de la reunión mantenida (en la sede que comparten ambos sindicatos) con el conseller balear de Trabajo, Iago Negueruela, y las dos empresas implicadas en la gestión de los establecimientos hoteleros: Azuline (empresa que gestionaba estos hoteles hasta el mes de octubre) y las sociedades que están a nombre de Sánchez Ordóñez, la dueña, que ha recuperado la gestión de estos establecimientos. Tras este cambio, la plantilla no había sido informada todavía de cuál iba a ser el futuro de sus empleos, lo que desató una serie de movilizaciones de los trabajadores.
«Hay diálogo, hay futuro»
En el encuentro han participado alrededor de 15 delegados sindicales de los hoteles implicados: Hotel Club Punta Arabí, Hotel Coral y Hotel Atlantic. Consuelo López, como representante de CCOO, y Guadalupe López por parte de UGT, han expresado que confían en que se garantice la continuidad de los puestos de trabajo y se llegue a una solución. «Hay diálogo, hay futuro, estamos mucho más tranquilos y contentos, porque vemos que va a haber una salida a todo esto», ha celebrado Consuelo López, que a su vez ha recordado que «ahora comienzan una serie de conversaciones que deberían haberse producido hace tres meses», aunque ha insistido en que la reunión de hoy ha servido para empezar a ver las cosas de otra manera. Confía en que el diálogo sea «ágil y tranquilo» y ha asegurado que no vale la pena encallarse en los reproches que habían tenido para con las empresas. «Que la gente esté tranquila, porque sus puestos de trabajo están garantizados», ha concluido la secretaria general de CCOO en las Pitiusas.
«Por fin hemos podido hablar con las empresas y empezar a marcar un diálogo para llegar a acuerdos, que es lo que reclamábamos nosotros con las movilizaciones que hemos venido haciendo», ha subrayado, por su parte, Guadalupe López, de UGT.
Las dos sindicalistas han agradecido la «agilidad» del Ejecutivo autonómico en su mediación para poder encontrarse todas las partes en una reunión. La de hoy ha comenzado pasadas las 16.15 horas y ha durado alrededor de una hora.
Calendario de negociaciones en marcha
Negueruela, por su parte, ha señalado que a partir de ahora debe abrirse un calendario de negociaciones entre las partes, para avanzar en el diálogo «lo más pronto posible». «Nosotros le hemos trasladado a las empresas que hay que resolver de forma inmediata la situación laboral, porque no tiene que haber discusión de la situación de los trabajadores, ya que es clave darles la tranquilidad que supone mantener sus puestos de trabajo», ha añadido. «Hay que ver, entre las dos empresas, cómo tiene que resolverse esta cuestión», ha continuado el conseller antes de afirmar que es «optimista» en la solución de este conflicto laboral.
El conseller de Trabajo ha reconocido que a partir de ahora todo debe ir más rápido: «Después de meses en los que no ha habido negociación, lo importante es avanzar rápido para dar tranquilidad a los trabajadores y que se les aclare en qué situación se encuentran exactamente».
La propiedad, por su parte, no ha puesto sobre la mesa exigencias o líneas rojas. Durante al menos la primera fase de las negociaciones, el Govern actuará como mediador a través de la dirección general de Trabajo.
Una empresaria polémica
Todas las sociedades propietarias de los tres hoteles mencionados se encuentran a nombre de Sánchez Ordóñez, que a su vez es la dueña del polémico complejo turístico ilegal ‘Casa Lola’, ubicado en el municipio de Sant Josep. ‘Paquita Marsan’ ha llegado incluso a estar en prisión. Además, hace tan solo cinco días, el Consistorio josepí hizo público que asumía la ejecución forzosa de la demolición de las obras ilegales de Casa Lola, precisamente porque pesan sobre esta finca una serie de sentencias de demolición por ampliaciones ilegales.