El HC Eivissa ha cumplido, dentro de sus posibilidades, con el partido de Copa del Rey ante el Benidorm disputado esta tarde-noche en Santa Eulària, pero no ha podido con el primer rival de la Liga Asobal que se enfrentaba en competición oficial a un conjunto de Ibiza, 25-29.
La diferencia, entre otras, el ritmo, la circulación, la efectividad, la portería y los contragolpes, donde se han evidenciado las principales diferencias de categoría entre unos y otros. La calidad individual, en definitiva, transportada al grupo en total armonía y de forma vertiginosa. Sin embargo, el marcador habla por sí mismo y deja claro que, de ninguna manera, el cuadro visitante se ha paseado en la cancha.
Tras un inicio de partido igualado, el Benidorm el tomó la medida a la defensa local y halló un filón en el centro de la defensa ibicenca, impotente ante la velocidad de circulación y calidad de la primera línea rival, principalmente de Eduardo Calle. Como si de una partida de ajedrez se tratara, el técnico local, Geno Tilves, movió ficha. Cambió la defensa 6-0 por una 5-1 y con y avanzado consiguió cortar la sangría. De todas formas, el conjunto de Asobal mostró recursos de sobra, y, sobre todo, una salida al contraataque fulgurante.
Broto, bajo palos, se ocupó de bajar los ánimos en el conjunto valenciano al atajar una contra y, con el esfuerzo generalizado del grupo, el cuadro insular se mantuvo a flote en la primera parte gracias a la determinación en ataque, la conexión con el pivote y la buena labor de este desde los seis metros.
El primer acto concluyó con dos goles de ventaja para los visitantes, 13-15, con lo que había partido y una segunda parte con mucha tela que cortar por delante. Y no le perdió la cara el HC Eivissa al partido, pero, poco a poco, metro a metro, gol a gol, el Benidorm iba ensanchando la renta, de cinco goles en el minuto 10 de la segunda. Los contragolpes, letales para los de casa, y el acierto de su meta, contribuían a ello.
En el 13, los visitantes sufrieron una exclusión cuando el HC Eivissa estaba a cuatro de diferencia (17-21), en ese ataque el balón golpeó la dureza de la madera y se perdía para los ibicencos la ocasión de recortar la renta a tres y crear dudas en las filas del contrario. Pero, cómo son las cosas, los de casa redujeron esa diferencia y lograron ponerse a tres cuando eran ellos los que estaban con uno menos sobre la cancha y restaban 14 minutos para el final.
Era un un imposible para los jugadores de Tilves, porque su rival, cuando lo necesitaba, era un huracán en ataque, pero ahí resistía el HC Eivissa, que daba la talla ante un equipo de la máxima categoría. Iban por abajo en el marcador, pero su adversario no conseguía despegarse, 22-26 a ocho para la conclusión del choque.
Los ibicencos estuvieron cerca del Benidorm en el marcador hasta el final, pero no pudieron disputarle la victoria porque, en honor a la verdad, siempre tuvo el partido bajo control.