EFE / El Gobierno francés salió este martes en defensa del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, al que le llueven las peticiones de dimisión desde la oposición y desde los sindicatos del profesorado por unas polémicas vacaciones en Ibiza en Año Nuevo cuando se preparaba un protocolo sanitario para la escuela. El ministro anunció desde Ibiza los planes para la reapertura de colegios durante la pandemia.
En redes sociales hay una auténtica avalancha de mensajes pidiendo su dimisión y ya se han hecho memes al respecto, similares a los que se hicieron al comparar Downing Street con Ibiza tras conocerse las fiestas del primer ministro británico.
El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, aseguró que no tiene «ninguna razón de pensar» que Blanquer incumplió las reglas sobre las vacaciones de los ministros, que estipulan que deben quedarse en Europa a menos de dos horas de París, estar localizables y con capacidad para seguir trabajando y mantener la continuidad de su puesto.
En las últimas horas han arreciado los ataques contra el titular de Educación, que ya estaba muy debilitado por el paro del pasado jueves de los profesores, que tuvo un amplio seguimiento, para protestar por los continuos cambios del protocolo sanitario y la falta de medios materiales y humanos para garantizar la continuidad de la enseñanza en plena ola de ómicron.
La razón son las revelaciones del sitio de información Médiapart de que Blanquer estaba de vacaciones en Ibiza cuando el 2 de enero anunció mediante una entrevista a un periódico un nuevo protocolo sanitario que se tenía que aplicar desde el día siguiente en las escuelas, a la vuelta de las vacaciones de fin de año.
Los responsables de la izquierda francesa, que el jueves de la semana pasada estuvieron en la manifestación de los profesores huelguistas, reiteraron al conocer ayer esos hechos sus peticiones de dimisión.
Attal quitó importancia a esas demandas porque «hay miembros de la oposición que a la menor ocasión aprovechan para pedir la dimisión de miembros del Gobierno».
En una línea similar, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Clément Beaune, defendió a Blanquer porque respetó las reglas de las vacaciones de los miembros del Ejecutivo y a su parecer «no es culpable de haberse tomado su puesto a la ligera».
En una entrevista a la emisora France Info, Beaune negó que el ministro de Educación tenga que pedir perdón por ese viaje a Ibiza ya que «no hay falta» en su comportamiento.
Sobre todo, insistió en que no le gusta que domine el debate sobre la forma en lugar del fondo, y en que lo que debe discutirse es «cómo mantener la escuela abierta».
El hecho es que el jueves de esta semana los sindicatos de enseñantes han vuelto a convocar una segunda jornada de huelga ya que estiman que los anuncios del Gobierno tras la primera -un refuerzo con unos 8.000 profesionales para los centros escolares hasta finales de curso, entre enseñantes, vigilantes y administrativos y más mascarillas- son totalmente insuficientes.