EFE / Hasta 18 sindicatos coinciden en denunciar el estrés que sufren los funcionarios del Estado que trabajan en el área de Extranjería de Baleares para atender el papeleo de los ciudadanos de Baleares, una comunidad que cuenta con un 18,74 % de población extranjera de la Unión Europea, el mayor porcentaje de España.
La plataforma sindical Insularidad Digna ha denunciado en un comunicado que el déficit de personal en el departamento de Extranjería es del 60 %, con funcionarios de baja laboral por cuadros de estrés y ansiedad.
Por ello, asociaciones de esta plataforma de la Policía Nacional, Guardia Civil y organizaciones como UGT, CSIF, Gestha, CCOO o USO se han manifestado este martes a las puertas del edificio de Extranjería de Palma, donde se han reunido unas 60 personas.
El movimiento Insularidad Digna reivindica la calidad del sector público en las Islas Baleares y la mejora de las condiciones laborales de sus profesionales.
Tras reunirse en los últimos meses con la presidenta del Govern, Francina Armengol, la delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, y los partidos políticos, esta plataforma ha iniciado una ronda de concentraciones para visualizar el problema que «padecen» los empleados públicos del Estado en Baleares.
En el caso del servicio de Extranjería, la plataforma denuncia las colas, los retrasos en la gestión y la imposibilidad de hacer frente a las necesidades de los ciudadanos.
Es una «constante» que se agrava «día a día» y que, si no se resuelve, conducirá al colapso, creando situaciones «injustas e irreparables» a los ciudadanos.
El sector público estatal en Baleares, subraya esta plataforma, proporciona atención muy próxima a los ciudadanos: son servicios públicos básicos que garantizan el bienestar y la seguridad en áreas como la investigación, sanidad, meteorología, defensa, administración pública, instituciones penitenciarias, policía, guardia civil, seguridad social, justicia, hacienda, extranjería o costas.
Este sector «languidece tras años de abandono» por parte de los gobiernos y sus dirigentes políticos con el envejecimiento de los profesionales y la pérdida del 20 % de las plantillas de Baleares. Por contra, la población balear ha crecido en 200.000 personas en los últimos 20 años.
«Este grave problema, lejos de solucionarse, se está agravando por el precio de la vivienda y el coste de la vida, mucho más elevado que en el resto de España».
A ello hay que sumar los inconvenientes derivados de la insularidad (transporte, desarrollo familiar y personal) y la «realidad lingüística», por lo que Baleares es «un destino poco atractivo y mayoritariamente rechazado» por los empleados del Estado.
A nivel social y personal, los profesionales que llegan a Baleares no se arraigan y «a la primera ocasión» regresan a otros destinos en la Península, donde vivir es más barato.
Todo esto, sumado a la falta de reposición de jubilaciones, genera una «insostenible pérdida de conocimiento y experiencia necesarios para un mejor servicio público».
El objetivo de esta plataforma es conseguir «la dignidad y el respeto que esta comunidad autónoma, sus ciudadanos y las personas que trabajan para el Estado se merecen».