El Govern que preside Francina Armengol, a través de la Conselleria d’Hisenda, ha presentado alegaciones al embrión de sistema de financiación autonómica que está diseñando el Gobierno de España, de forma que las aguas interiores de Balears, que alcanzan los 2.649 kilómetros cuadrados, se sumen a los 4.991,70 de superficie terrestre, con lo que la superficie total de Balears alcanzaría los 7.640,70 kilómetros cuadrados. De golpe y porrazo Balears habrá crecido un 50 %.
La alegación que el Govern ha formulado es muy razonable y si acaso hay que sacarle alguna pega, debe ser que el actual sistema de financiación autonómica y los que hubo antes, despreciasen nuestra superficie marítima. Como si nuestro mar no fuese Balears, que lo es.
De hecho, nuestro mar lo es todo para nosotros y podemos afirmar sin temor a exagerar que sin el mar, nuestro archipiélago no sería tal. Si en Madrid, o, mejor dicho, en la Administración central, han obviado nuestro mar, nos han obviado enteramente porque los ciudadanos de Formentera, Ibiza, Menorca y Mallorca, sin el Mar Balear no somos nada.
“El mar ens dona uns volts de compañía / ona que mor, escuma, freu, badia…” escribió Marià Villangomez. A decir verdad, no recuerdo ningún poeta balear que no se haya inspirado en algún momento en el mar, porque o no sería poeta o no sería balear. Pero ahí tenemos a quienes nos gobiernan desde la capital del país, descontando nuestro mar de nuestro territorio, seguramente para hurtarnos algunos milloncejos. A menos superficie, menos dinero.
Y yo me pregunto si esto se ha hecho también con los embalses o con los lagos o con los ríos de España. ¿Se descontaba la superficie acuática del total de cada provincia? ¿Se restaba Enol, Ruidera, Sanabria, de sus respectivos territorios? Diría que no. ¿Y la superficie de los cauces fluviales? Diría que tampoco. Pero Balears es diferente y de ahí su financiación, menguada como su territorio.
Jacint Verdaguer escribió: “A la vida o al cor quelcom li prenen / les ones que se’n van / si no tinc res, les ones que ara vénen / digueu-me, què voldran?”.
Imaginemos por un momento que las alegaciones del Govern no son tenidas en cuenta por el Gobierno de Pedro Sánchez. Si tal cosa sucede, como ha venido sucediendo hasta ahora, podremos afirmar que incluso el mar nos roban. ¿Qué más les queda por sustraernos?