EFE / Intervenir de manera temprana cuando se detecta una especie invasora en lugar de actuar cuando ya se ha expandido sin control permitiría ahorrar los miles de millones de euros en daños que provocan las invasiones biológicas al medioambiente, la economía o la sanidad, según un estudio.
La investigación, publicada en Science of the Total Environment y en la que han participado 17 organizaciones coordinadas por la Universidad Queen’s University Belfast, coteja cifras de la base de datos internacional Invacost y revela que se tarda una media de 11 años en actuar frente a una especie invasora desde que ésta aparece.
Su principal conclusión es que el coste de los daños causados por las especies exóticas invasoras es, al menos, diez veces superior a los gastos de gestión debido, principalmente, a que en lugar de invertir en prevención se actúa cuando la especie ya se ha extendido.
Según el estudio, entre 1960 y 2020, la gestión global de especies invasoras ha supuesto una inversión de, al menos, 74.000 millones de libras (unos 87.700 millones de euros, al cambio actual), mientras que las pérdidas superan los 878.000 millones de libras (más de 1 billón de euros).
Las especies invasoras son una amenaza importante para la biodiversidad y tienen un efecto nocivo en los ecosistemas, ya que modifican los hábitats y privan a los animales autóctonos de alimentos y recursos, al tiempo que provocan pérdidas en agricultura, pesca, selvicultura o sanidad, recuerdan los autores.
De los 74.000 millones de libras invertidos en 60 años en la gestión de las especies invasoras, sólo 2.100 millones de libras (2.500 millones de euros) se destinaron a medidas de prevención.
El montante principal, 56.000 millones de libras (66.400 millones de euros), se invirtió en actuaciones de control o erradicación, a menudo llevadas a cabo una vez que las especies invasoras estaban ya establecidas.
Estas medidas, advierte el informe, se desplegaron con una dilación media de 11 años desde la detección de la especie invasora, lo que ha supuesto el gasto de miles de millones en costes adicionales en comparación a si se hubiera actuado de manera temprana.
Convencer a las autoridades de que prevenir es más barato
«Es difícil convencer a los responsables de la toma de decisiones de que inviertan en algo que todavía no es un problema, pero nuestra investigación muestra claramente el valor de adoptar un enfoque preventivo», ha subrayado Ross Cuthbert, investigador principal de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Queen’s de Belfast.
Según el científico, sólo en 2020, la gestión de invasoras supuso una inversión de 3.300 millones de libras (casi 4.000 millones de euros) en todo el mundo.
Invertir en prevenir o controlar las invasiones biológicas antes de que se extiendan sin control «podría ahorrar billones a escala mundial», al tiempo que reportaría un enorme beneficio en lo que respecta a la conservación de los ecosistemas, ha insistido Cuthbert.
En su opinión, el estudio demuestra que las estrategias de conservación deberían centrarse en cómo intervenir eficazmente en una fase temprana para prevenir las invasoras, porque una vez que se han establecido y extendido es muy difícil erradicarlas.
«Las medidas de control tardías no sólo son costosas, sino que a menudo resultan infructuosas a largo plazo. Impedir que las especies invasoras lleguen significa que los billones de daños o pérdidas que causan no se producirán», ha aseverado.