Cruz Roja demuestra en Ibiza y en el resto de Baleares que la tecnología puede ponerse al servicio de la justicia social y del acompañamiento a las personas que se encuentran en una situación vulnerable. Y es que a través del servicio de ‘Teleasistencia’, cantidad de personas mayores, con problemas de salud o incluso víctimas de la violencia machista tienen siempre al alcance, con solo apretar un botón, un espacio en el que pedir ayuda en cualquier momento, ya que funciona las 24 horas y los 365 días del año. Esta organización humanitaria ha hecho balance, a través de un comunicado, de la teleasistencia en Ibiza, Formentera y en el conjunto de la Comunitat.
Un claro ejemplo es el de Adela Cobos. Tiene 85 años y vive sola en Eivissa. Sin embargo, afirma que tiene la suerte de contar con «mucha ayuda de mucha gente» y que está «muy feliz con la familia de fuera de casa«. Desde hace cuatro años, es beneficiaria de Teleasistencia de Cruz Roja, que hace más sencillo su día a día. Cobos comenta que le pueden prestar ayuda para realizar varias tareas y que lo hacen de forma inmediata: «Gracias al personal que atiende este servicio, puedo ir al médico o a arreglar papeles. Se portan muy bien conmigo, me llaman muchas veces para preguntarme si me hace falta algo o si me encuentro bien. Yo estoy contenta porque estoy muy bien. Tengo el medallón con el botón rojo y si algo me pasa, me atienden enseguida«, afirma.
Desde la entidad humanitaria Cruz Roja señalan que para ellos «la tecnología no es un mundo alejado de la ayuda humanitaria»: «El servicio de Teleasistencia domiciliaria cambió la forma de entender el envejecimiento en la sociedad, consiguiendo que miles de personas permanezcan en su entorno, en los lugares que atesoran sus bienes más preciados, sus recuerdos». Y es que con este tipo de herramientas, es más llevadero seguir viviendo solo en una vivienda, ya que se trata de garantizar la atención a estas personas para que puedan seguir residiendo en su zona de confort.
Casi 700 usuarios en las Pitiusas
En el último año, esta entidad humanitaria ha atendido a 7.946 personas de Baleares, de las que 691 son residentes en Eivissa y Formentera, mediante la teleasistencia domiciliaria y móvil, un servicio contratado con el Ayuntamiento de Eivissa, conveniado con el Consell de Formentera y en concierto con la Dirección General d’Atenció a la Dependencia de la conselleria d’Afers Socials i Esports del Govern de les Illes Balears.
Se trata de una atención que, más allá del ‘botón rojo’, cuenta con una red de personas que dan apoyo emocional y acompañamiento en caso de emergencia, pero también en el día a día de muchas personas, según explican desde la entidad: “Muchas personas mayores están solas en casa y nosotros les llamamos periódicamente para ver cómo están”, destaca una de las operadoras del Centro de Operaciones de Creu Roja. En total, se han realizado más de 25.813 interacciones entre el personal que atiende el servicio y las personas usuarias; de las cuales 921 se generaron en situaciones de emergencia.
Laura Moreno, responsable en Ibiza
Desde esta institución interés público explican que aunque en los últimos 30 años se ha producido un gran salto tecnológico, la base de su trabajo y de su espíritu continua siendo la misma de siempre: el objetivo es “cubrir las necesidades de las personas vulnerables, de forma eficiente, aportando valor para vivir la vida, y siendo sostenibles”, destaca Laura Moreno, responsable del servicio de teleasistencia en Ibiza.
“La mayor apuesta de la organización por este servicio pasa por estudiar las necesidades de quienes usan estos dispositivos para cubrirlas, y por eso apuestan por que estos dispositivos sean cada vez más proactivos y reaccionen de forma autónoma”, añade Moreno.
Un servicio amplio
Sin embargo, mucha gente puede beneficiarse de la teleasistencia, ya que va más allá de la atención a personas mayores. Es parte de la protección que se les puede ofrecer a las mujeres que sufren violencia machista, personas con enfermedades crónicas, personas que han sufrido un accidente u operación, personas cuidadoras, mujeres embarazadas, adolescentes, deportistas, o… «cualquiera que se encuentre en situación de soledad», explica Cruz Roja en un comunicado.
“Desde el área de Servicios tecnológicos digitales buscamos la transformación de la situación en la que se encuentra una persona, no sólo en su asistencia. Se trata de saber cómo se encuentran, ayudarles, y también prevenir y detectar otras necesidades”, señala Laura Moreno. Todo ello repercute en evitar riesgos para la salud integral de los usuarios.
Además, por todos los beneficios que supone este servicio, Moreno comenta que desde Cruz Roja continuan estudiando mejoras tecnológicas que se puedan aprovechar para optimizar la atención a las personas: “No dejamos de estudiar nuevas alternativas tecnológicas que nos ayuden a generar capacidades y competencias que hagan a las personas más autónomas y menos vulnerables”.
Todo ello, prosigue Cruz Roja en su comunicado, no solo da tranquilidad a las personas que cuentan con este dispositivo en sus hogares, «sino también a su entorno y familiares, que saben que fomentan la autonomía de quienes desean seguir viviendo en sus hogares sin cuidados externos (con los beneficios en salud que esto conlleva), sin dejar de tener la compañía y la ayuda inmediata que llega mediante ‘el botón rojo’«. La teleasistencia móvil, además, acompaña a sus usuarios también fuera de casa, para que sean independientes y puedan realizar sus rutinas «con tranquilidad y seguridad».
¿Cómo funciona?
En función de la persona y sus necesidades, se puede recurrir a un tipo de teleasistencia u otra; no obstante, Creu Roja dispone de cuatro grandes bloques en constante desarrollo: el de autocuidado y prevención de ‘Cuidate+’, el servicio de localización ‘LoPe’, la ‘Teleasistencia domiciliaria’, y la ‘Teleasistencia móvil: +Independencia’. Además, existe el servicio de aplicación móvil pensado para quienes, ante una emergencia, quieren contar con ayuda inmediata y localización con un solo clic.
En todos estos casos, el modo de funcionamiento es el mismo: «Existe un pulsador que conecta directamente a la persona, desde cualquier estancia de la vivienda, con el personal de Creu Roja. Puede llevarse colgado o en la muñeca, e incluso puede mojarse. En caso de emergencia, profesionales autorizados acceden al domicilio agilizando la atención y minimizando los daños. Además, es un servicio de compañía las 24 horas del día, los 365 días del año, e incluye contacto continuado, seguimiento, localización geográfica, recordatorio de medicación o citas médicas, unidad móvil e incluso custodia de llaves».
La página web de Teleasistencia de Creu Roja, a la que se puede acceder a través de este enlace, cuenta desde hace unas semanas con una versión accesible que permite a las personas ciegas, sordas o con dificultades visuales o auditivas acceder a toda la información del servicio, concluye el comunicado.