Solo una empresa de las Pitiusas, Transportes y Grúas Formentera S.L., se ha unido este lunes al paro de transportistas que ha comenzado de manera indefinida en toda España (convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional) por la inflación en los precios de los carburantes. De todas maneras, tal y como explica su propietario, Enrique Bañón, continúan prestando los servicios más esenciales para los formenterenses y ya habían avisado a sus clientes de que hoy no trabajarían con normalidad. Es más, mañana las cinco personas que trabajan para esta empresa volverán a sus puestos, a pesar de que esta huelga patronal sea indefinida.
El resto de este sector en la menor de las pitiusas está trabajando con normalidad y por el momento no se están produciendo problemas, como sí ha ocurrido en Mallorca, donde los transportistas han provocado retenciones en los accesos a Palma. En Ibiza, según ha confirmado José Raya, presidente de los transportistas de Pimeef (Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera), nadie está secundando la protesta. Lo mismo han indicado los sindicatos UGT y CCOO a este medio digital.
Bañón, por su parte, advierte durante su conversación con Noudiari que aunque mañana en su empresa vuelvan a trabajar al 100%, continuarán al tanto de las negociaciones que se están produciendo con las instituciones a nivel estatal para buscar una solución al problema de la inflación. De hecho, alude a la reunión prevista entre el sector y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. «Si de aquí a unos días vemos que no hay avances ni novedades, volveremos a parar», asegura.
Motivos para ir al paro
«Todo viene a causa de la subida del precio de los combustibles, que es insostenible; en cuestión de un año ha subido el doble, hemos pasado de pagar menos de un euro por litro a estar pagando casi dos euros», comenta este transportista en relación a los motivos de la huelga. Asimismo, recuerda que los consumidores acaban asumiendo estas subidas, por lo que toda la ciudadanía acaba siendo afectada por este contexto de subida de precios: «Al final quien paga todo esto es el cliente, ya que tenemos que ir subiendo tarifas, y para empresas pequeñas como la nuestra es insostenible que el combustible tenga estos precios», insiste Bañón.
De hecho, comenta que lo que tenían estipulado en Transportes y Grúas Formentera es que un viaje debe costar entre 18 y 20 euros, y que ahora lo están pagando a 40 euros, el doble. «En enero ya hicimos una rectificación de la tarifa, pero ahora nos han obligado a hacer otra», añade en relación a las subidas de precios que han tenido que aplicar ellos mismos en sus servicios. La situación es especialmente crítica si se tiene en cuenta que la economía todavía estaba tratando de recuperarse del golpe de la pandemia: «Acabamos de salir del covid, que para nosotros fue algo más psicológico porque aunque nos asustó mucho, finalmente hemos podido trabajar igual porque somos del sector servicios, que ha continuado funcionado, pero ahora con la subida de combustibles volvemos a estar en una mala racha», comenta Enrique Bañón.
En cuanto a posibles soluciones de esta coyuntura, el entrevistado pide una flexibilización de la presión fiscal: «A las empresas de transporte nos podrían bajar un poco los impuestos, porque nos chupan la sangre en todo, no solo con los combustibles, la situación es insostenible».
Su empresa avisó a sus clientes entre el sábado y el domingo por la mañana de que secundaría esta protesta, y el propietario señala que todos ellos les han entendido perfectamente: «Los clientes han sido muy comprensivos».
Algunos de los servicios mínimos con los que hoy está cumpliendo Transporte y Grúas Formentera son, por ejemplo, el transporte de agua para consumo humano, la reparación de averías o posibles asistencias a depuradoras.
El resto de empresas de transportes de la menor de las Pitiusas, como son Formentera Trucks, Transportes y Excavaciones Andrauet o Conisfor, han empezado la semana trabajando con normalidad.
«Para protestar hace falta que vayamos todos a una»
Xicu Ferrer, propietario de Foreva, una empresa de transportes de Formentera, explica que ellos no están secundando la convocatoria: «Nosotros somos una empresa con 14 trabajadores y parar supone muchos costes, además de que hay servicios esenciales que tenemos que cubrir». De hecho, señala que es en la Península donde está la fuerza para hacer presión al Gobierno: «Aquí estamos a expensas de lo que hagan los demás, nosotros no podemos hacer mucho». Dice que la manera de obtener repercusión es parando los transportes de mercancías nacionales e internacionales en las grandes carreteras y la actividad en los puertos: «Entonces la huelga sí tendría efectos».
Defiende que el paro sería útil si se hubiera organizado de manera conjunta, para lograr, así, una amplia participación: «Secundar una cosa que no sabemos ni de dónde viene ni adónde va, y parando trabajos que no se pueden parar, no sirve de mucho; y más si las cosas se hacen a medias». Con todo, Ferrer concluye que un paro solo puede garantizar que se cumplirán los objetivos si se apoya conjuntamente: «Que paren unos pocos solo beneficia al poder, el que continúa trabajando se aprovecha de los que han ido a la huelga, porque cubre los servicios que quedan desatendidos».
En la misma línea que Bañón, el responsable de Foreva recuerda que al sector no le queda más remedio que subir tarifas a sus clientes: «Lo que nos afecta lo tenemos que repercutir en el cliente final, no hay otra manera, así que nos tenemos que quejar todos, sobre todo por la inseguridad, ya que nadie nos puede decir qué niveles de inflación habrá dentro de dos meses».
De cara a posibles soluciones, Ferrer se muestra convencido de que lo acertado es regular el mercado para fijar un máximo en los precios de los carburantes: «Los precios deberían ser razonables y lo más estables posibles, y tenemos que saber toda la realidad, tenemos que conocer qué recursos tenemos, para cuánto tiempo y a qué precio».
La convocatoria del paro que ha comenzado hoy se debe a una problemática que afecta a todos los ciudadanos y que está haciendo mella no solo en las empresas, sino en la economía familiar de todos los españoles, con motivo del aumento continuado de los precios a nivel internacional de los carburantes y la electricidad, lo que ocasiona una inflación generalizada. Esto es algo que los pitiusos están notando, por ejemplo, a la hora de hacer la compra, no solo en las gasolineras y en las facturas de la luz. Este es un fenómeno que comenzó hace muchos meses y que estos días está siendo muy crítico, tanto para las empresas como para los ciudadanos a título individual.