Las Enfermeras de la Comisión de Cuidados Respiratorios del Col·legi Oficial d’Infermeria de les Illes Balears (COIBA) han lanzado algunas recomendaciones para adoptar hábitos de sueño saludables y de este modo prevenir y evitar trastornos respiratorios como la apnea obstructiva, que afecta a aproximadamente el 19% de la población y puede tener serias consecuencias para la salud.
Coincidiendo con la celebración, mañana 18 de marzo, del Día Mundial del Sueño, las enfermeras recuerdan que existen muchos trastornos del sueño, aunque la mayoría de ellos son prevenibles y con buena respuesta a los tratamientos.
“Los trastornos del sueño tanto en niños como en adultos son muy frecuentes y tienen una importante repercusión en la salud”, explica Milagros Figueroa Cezar, coordinadora de la Comisión.
La apnea obstructiva del sueño (AOS), por ejemplo, consiste en el cierre total o parcial de la vía aérea superior durante el sueño, ocasionando una interrupción de la respiración hasta que se produce un microdespertar que activa de nuevo la musculatura. Así, se da una hipoxia intermitente y un sueño fragmentado.
La AOS es uno de los trastornos de sueño más prevalentes y se estima que un 19% de la población general tiene un número de apneas-hipopneas por hora superior a 10. Sus consecuencias van desde problemas cardiovasculares como la hipertensión arterial a efectos cerebrales, metabólicos, neurocognitivos y con un aumento en el riesgo de accidentes de tráfico y laborales.
“Es una enfermedad prevenible y tratable mediante una combinación de tratamiento activo indicado por el médico y cambios conductuales que pueden ser abordados desde la consulta enfermera”, apunta Figueroa.
Uno de los tratamientos más frecuentes es el uso de la CPAP (aparato que insufla aire y establece una presión positiva continua de las vías respiratorias). El tratamiento CPAP es efectivo en la mayoría de los casos, y la enfermera tiene un papel importantísimo en la buena tolerancia y cumplimiento al tratamiento, ayudando a los pacientes a resolver los problemas que puedan surgir al inicio de este, momento crucial para el buen cumplimiento.
En general, las enfermeras de la Comisión proponen una serie de hábitos de sueño y en general higiénico-dietéticos que suponen un tratamiento eficaz y comprobado contra la enfermedad y que, en suma, ayudan a cualquier persona a dormir mejor. Destacan, entre otras:
- Mantener un horario regular de sueño.
- Asegurar un ambiente adecuado relajado y sin ruido.
- No acostarse si no está cansado.
- Evitar actividades como ver la televisión o jugar con dispositivos electrónicos en la cama.
- Ejercicio físico regular durante el día.
- Evitar el consumo de alcohol 6 horas antes de acostarse.
- Dejar de fumar.
- Evitar sedantes en la medida de lo posible.