Los establecimientos turísticos de Baleares tendrán que asegurar un mínimo del 3 % de productos frescos agrarios, ganaderos y pesqueros de origen balear, porcentaje que será del 4 % en los establecimientos de 4 o 5 estrellas y del 5 % en el caso de los agroturismos.
En este porcentaje computa también cualquier marca de calidad, como las denominaciones de origen u otros sellos expedidos por la Conselleria de Agricultura, ha precisado el Govern en un comunicado.
La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha explicado que estos porcentajes forman parte de las enmiendas destinadas a favorecer al sector primario que se están negociando para introducirlas en la reforma de la Ley de Turismo que está en tramitación en el Parlament y que tienen el apoyo de los partidos del pacto.
La más relevante es que, a partir del 1 de julio del 2023, todos los establecimientos tanto de hostelería como de restauración tengan que garantizar unos porcentajes mínimos de producto de origen balear.
Armengol, la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación, Mae de Concha, y el conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, se han reunido este viernes con una reunión con una amplia representación del sector primario para manifestarles su compromiso de que la futura ley turística obligue a los establecimientos a ofrecer un porcentaje mínimo de producto de origen balear.
Negueruela ha destacado que la economía de las islas «no puede ser circular sin incorporar al sector primario».
Por su parte, de la Concha ha explicado que la Conselleria de Agricultura ha trabajado en colaboración con el sector para incluir estas enmiendas que trasladaron al grupo parlamentario Podemos y «después fueron registradas por los tres partidos del Pacto».
«El turismo tiene una gran deuda con el sector primario, tanto por el paisaje como por el producto local, y es indispensable que también contribuya a la rentabilidad del sector», ha añadido. «Queremos un consumo de producto local abundante, cada vez más ecológico, porque esto también ayuda a combatir el cambio climático, y favorece la incorporación de jóvenes, que puedan vivir dignamente de este trabajo», ha añadido.
Con la nueva ley, se tendrán que distinguir todos los productos locales, porque la exigencia de indicar los productos de pescado o marisco de origen balear que ya incluía decreto ley, se extenderá a cualquier producto balear certificado con indicaciones o sellos distintivos.
Además, en el caso del pescado y el marisco, se añade la obligación de indicar con qué arte de pesca ha sido capturado.
La ley podrá establecer que las empresas que superen el 10 % de producto local puedan obtener un distintivo de calidad de «establecimiento turístico comprometido con la producción local».
También se está estudiando la posibilidad de que las evaluaciones anuales de los planes de circularidad (obligatorios) puedan tener que incluir un indicador sobre el derroche alimentario, para reducirlo con el tiempo.
En la reunión han participado representantes de los sindicados Unió de Pagesos y Asaja; de las cooperativas agroalimentarias; de las cofradías de pescadores; de los consejos reguladores del vino de la tierra de Mallorca y de Menorca; de las denominaciones de origen del vino de Binissalem y Pla i Llevant, del «tap de cortí», de la oliva y el aceite de Mallorca y de Ibiza y del queso mahonés, y de las indicaciones geográficas protegidas del pimentón, la sobrasada, la ensaimada, la almendra, el palo, el «gin» y las hierbas.
EFE