Nadie ha dicho nunca que no se va hacer nada contra la venta ambulante. Ninguno de los políticos presentes en la reunión mantenida en el Consell el pasado 30 de julio, tales como Lourdes Cardona, directora general del Comercio y Empresa, el presidente del Consell Insular, Vicent Serra, el director insular de la Administración del Estado, Rafael García Vila, el conseller insular de Comercio e Industria, Vicente Roig, concejales de los ayuntamientos de la isla y los dos ediles de Sant Antoni que suscriben este escrito, nadie ha dicho que no se va a hacer nada o que no hay nada que hacer. Todo lo contrario.
De esta reunión salió el acuerdo de que los ayuntamientos llevaremos a cabo campañas de concienciación para recordar, y muchas veces informar por primera vez, que la venta ambulante es una práctica ilegal y que, en el caso de la comida que se vende en las playas, principalmente perecedera, supone un grave riesgo para la salud de quién la compra. Comer una piña supuestamente fresca en la playa a un vendedor ilegal no solo no garantiza que el alimento no esté en buenas condiciones si no que supone un riesgo para la salud del comprador, además de que está adquiriendo un producto a un vendedor que ni paga impuestos, ni vende productos de calidad y está haciendo la competencia desleal a los locales que trabajan con toda la legalidad y que sí venden productos en buen estado o con garantía.
De ese encuentro de trabajo salió también que Sant Antoni ha llevado a cabo una ofensiva policial contra la venta ambulante en el municipio. La Policía Local ha interpuesto 896 denuncias este verano, la Unidad de Ciclistas de la Policía Local se creó y especializó para combatir la venta ambulante, actividad que persiguen a la vez que combaten robos y hurtos en las playas y en los paseos (Paseo de la Mar, Cala Gració i el paseo marítimo, es decir, de Cala Gració hasta Es Pouet), una ofensiva que el equipo de gobierno del Ayuntamiento se ha tomado muy en serio desde el primer día de legislatura. Prueba de ello, es la Guía para la Convivencia que se editó por primera vez en 2011 y que se reparte cada temporada en la Oficina de Turismo y hoteles para informar a los turistas.
En dos años se han repartido 53.000 guías y desde la entrada en vigor de la nueva ordenanza de Convivencia en agosto del año pasado el ayuntamiento ha distribuido 26.500 (15.000 en inglés, 5.000 en castellano, 2.500 en alemán, 2.500 en francés y 1.000 en catalán) y 300 pósters; además, este verano se han repartido otras 2.000 pegatinas con la prohibición de ir sin camiseta (desde 2011 se han repartido 3.500) y se han colocado 25 pósters informando de las sanciones y de las conductas recomendadas en los OPIS ubicados en las zonas más céntricas y concurridas del pueblo. En la guía se recomienda explícitamente que “la venta ambulante es ilegal y los productos que ofrecen no tienen ni garantía ni calidad”, ni han pasado por ningún control de sanidad. Aquí, pues, no hay ni impunidad ni pasividad.
Este balance es el resultado de las reuniones de la Junta Local de Seguridad que este año se han visto reforzadas por otras tantas reuniones de trabajo para mejorar la coordinación entre las fuerzas de Seguridad del Estado y la Concejalía de Gobernación. Había que combatir la venta ambulante, y así se ha hecho aunque, por desgracia, no es suficiente.
Podemos entender su frustración como comerciante y representante de los empresarios del comercio del nuestro pueblo de que la venta ambulante sea una falta y no un delito en nuestro sistema jurídico, pero es así, y lo que tenemos que hacer como responsables municipales no es lamentarnos si no combatir con nuestras herramientas esta práctica ilegal. Pensábamos que con la aplicación de la Ley de Extranjería, y la ayuda de la Policía Nacional, se podría expulsar a los detenidos por venta ambulante o menudeo en el caso de que estuvieran en situación irregular en el país y erradicar así el problema, pero la realidad es que la situación en España de la mayoría de arrestados e identificados en las redadas que hemos llevado a cabo es regular y legal, con lo que la ilegalidad cometida, la venta ambulante o el menudeo, se siguen quedando en una falta.
Que sepamos, para erradicar esta práctica hay que ordenar a nuestra Policía a que la persiga y concienciar a la gente para que no les compre nada. Si tiene una idea mejor, por favor, díganosla. Si funciona, el mérito será todo suyo. Lo importante es seguir persiguiendo a los vendedores ambulantes para sancionarles y que no molesten ni a los turistas ni a los vecinos que queremos disfrutar de nuestras playas.
María Ramón, concejala de Comercio, y Xicu Cardona, concejal de Gobernación del Ayuntamiento de Sant Antoni