Considerada la primera empresa pública de España, fue fundada el 8 de julio de 1716 por Felipe V y con más de trescientos años de historia a sus espaldas, Correos ha prestado sus servicios por toda nuestra geografía nacional, independientemente de las vicisitudes políticas, desde su Real origen hasta la actualidad.
Correos, ha sido y es, una Institución en sí misma que vertebra nuestro territorio, lo dinamiza y lo conecta con su labor silenciosa, pero fundamental. Independientemente de transformaciones políticas, inclemencias climáticas, de agresiones de exaltados o de los animales de guarda.
Incluso hubo un tiempo, que existió la Caja Postal, una caja de ahorros que tenía presencia allí donde hubiera una oficina postal y que quedó en el recuerdo tras ser absorbida/vendida/privatizada en 1991, década en la cual el binomio PPSOE empezó la vorágine privatizadora de todo lo privatizable, con la excusa de eliminar cargas lesivas al Estado español para que fuera más eficiente y menos oneroso.
De unos años a esta parte, se han realizado importantes inversiones para modernizar el Servicio Postal y adaptarlo a los nuevos tiempos. Inversiones sufragadas por el Estado, es decir, por nosotros, ciudadanos de a pie que en algún u otro momento hemos usado sus servicios.
¿Cómo se entiende la venta del patrimonio histórico de Correos, que estaba en propiedad, para seguir haciendo uso en régimen de alquiler? Valga el ejemplo (entre otros) de la venta de la sede de Correos en Valencia a la propia Generalitat para seguir usando dichas instalaciones pagando alquiler a partir de ahora.
¿Cómo se entiende que con el aumento de las compras on – line en más del dieciséis por ciento debido a la pandemia, Correos tenga pérdidas?
¿Cómo se entiende que Correos, obtuviese casi quince millones de euros de beneficios netos en 2019, vaya a cerrar el ejercicio 2022 con treinta millones de pérdidas según las previsiones?
La excusa de la pandemia para justificar el tremendo agujero económico, sólo se puede justificar por una planificación estratégica intencionada para hundir la Empresa Pública más emblemática y antigua de nuestra Historia.
En el año de la pandemia, en el cual las empresas de mensajería y de paquetería dispararon sus beneficios, Correos entra en pérdidas. Como mínimo es sospechoso de una mala gestión y de una intencionalidad clara de privatizar.
La privatización de Correos, en pro del ahorro y la efectividad es otra falacia más del dúo privatizador PPSOE, que desarticulará el territorio aún más, dejando a su suerte a la España vaciada, que ha visto como se cerraban centros de salud y escuelas en pro del capital para unos pocos, imposibilitando aún más si cabe los cambios necesarios para frenar dicho proceso.
Para la isla de Ibiza supondrá que toda la población que vive diseminada en zonas rurales se quedará sin el servicio postal que le corresponde por derecho tal y como dice la Ley 43/2010, de 30 de diciembre, del servicio postal universal.
Para las Instituciones (Ayuntamientos y Consell) de la isla supondrá dedicar una partida económica, que ya dedica el Gobierno Central (ciento diez millones de euros) para recibir un servicio que ya recibían y tiene coste cero.
¿Qué ocurrirá con la privatización? Que nuestros municipios, tendrán que restar recursos económicos de sus paisanos (nosotros) y proporcionar menos servicios, porque en Madrid, alguien dice que esto no es rentable, aún viendo a todas luces que es una estrategia para hundir económicamente a Correos, porque tanta incompetencia junta y alargada en el tiempo no puede ser real.
Ni siquiera Estados Unidos, máximo exponente del neoliberalismo capitalista ha privatizado el Servicio Postal Estadounidense, estando bajo control del Gobierno Federal. Pero aquí “semos més listos”….
🤬🤬🤬🤬🤬cuando leo este artículo de opinión , se me revuelve el estómago.
Señor David Álvarez, en el congreso de los diputados , SU partido UNIDAS PODEMOS. Voto encontrar de la moción que se presentó en defensa de los trabajadores. Voto en contra de la moción con Psoe en que se mantuviera al señor Serrano .
Así por favor , no intente hacer campaña electoral sobre un personal que lo está pasando mal