Can Hog Ibiza, un centro de recuperación de erizos ubicado en Port des Torrent sin ánimo de lucro y que funciona con donaciones, lleva varios meses advirtiendo del peligro que suponen las desbrozadoras en los jardines para estos pequeños animales.
Se han encontrado varios casos de erizos que han perdido púas, orejas, narices y que incluso han muerto porque han sido alcanzados por las desbrozadoras al no comprobar antes si hay algún animal en la zona.
Uno de los casos más terribles fue el de un erizo que estaba prácticamente desollado en toda la parte superior de su cuerpo pero que milagrosamente parecía sobrevivir. No ha sido así y finalmente ha muerto, según indican a Noudiari desde Can Hog.
En un caso «un pequeño erizo perdió una oreja, la mitad de su nariz, su costado estaba partido y sus espinas afeitadas. Pero se recuperó asombrosamente y, afortunadamente, su nariz aún funciona bien», por lo que pudo ser dado de alta.