Una mujer que vive en la zona de Santa Agnès se encontró ayer por la tarde con una serpiente enroscada en el bidé del baño de la vivienda.
A través del contacto con una amiga común, llamó a Dean Gallagher, el voluntario que se ocupa en Ibiza de estos casos, y que acudió urgentemente a la casa.
«En la vivienda había dos mujeres y estaban muy asustadas. Les expliqué que no son venenosas ni peligrosas y que lo primero que tenían que hacer era cerrar la puerta del baño, la ventana y que pusieran algo debajo de la puerta para que no se escapara», explica Gallagher a Noudiari.
Resultó ser una culebra de escalera, que, a la llegada de Gallagher, estaba escondida en el hueco detrás del bidé. Con la linterna de su móvil y un poco de paciencia logró sacarla sin más contratiempos.
«No suele ser habitual que entren en los baños de las casas, al menos por mi experiencia. En general no entran en las casas porque suelen tener miedo de la gente, del ruido o las vibraciones», relata Gallagher, que cree que en esta ocasión la incursión puede deberse a que el baño está en pleno campo.
Las llamadas no cesan estos días. Ayer por tarde también se desplazó a Santa Gertrudis donde habían atrapado cuatro serpientes. Y al mismo tiempo recibió otra llamada porque una señora en Cala Llonga tenía una serpiente de dos metros en una trampa. «‘Pero esta ha conseguido escapar probablemente porque ha entrado otra y en ese momento ha levantado la puerta de entrada a la trampa», supone Gallagher.
Hoy acudirá a otras llamadas que ha recibido por ejemplares cazados en las afueras de Santa Eulària y en Talamanca. El domingo sacó 7 serpientes de una sola trampa en una propiedad.
El equipo de voluntarios que trabajan capitaneados por Dean Gallagher para erradicar las serpientes de la mano de la campaña SOS Salvemos a la lagartija pitiusa (que promueven Amics de la Terra y GEN-GOB junto a instituciones insulares) no para de trabajar. Reciben llamadas todos los días de personas que requieren de su ayuda porque tienen serpientes en sus trampas y no saben qué hacer con ellas. También reciben llamadas por avistamientos.
Hasta han conseguido una zodiac para llegar a los lugares más escondidos, un experimento puntual que les ha demostrado su utilidad. «Me gustaría mucho contar de manera permanente con una zodiac, creo que sería de mucha utilidad para la campaña», explica Gallagher.
«Hacen falta más voluntarios y más gente haciendo formación», sostiene Gallagher, que quiere lanzar un mensaje de agradecimiento a los voluntarios pero, sobre todo, a las familias que tienen trampas en sus casas: «La gente de Ibiza está colaborando muchísimo, sin la ayuda de las familias que están colocando trampas en sus casas no serviría de nada la campaña. Están atrapando serpientes constantemente y esta es la temporada de más actividad. Animamos a que más gente ponga trampas en sus terrenos».
Este año el Consorcio de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (Cofib) está haciendo un trabajo enorme en la erradicación y control de la plaga, así como la Asociación de Cazadores.