Marc Tur, que en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio quedó cuarto, a solo nueve segundos del bronce en los 50 kilómetros marcha, afronta «ilusionado y con muchas ganas» el Mundial de Eugene (Estados Unidos), en el que sueña con la medalla que se le resistió en Japón hace justo un año.
En los últimos tiempos, el marchador balear (Santa Eulalia del Riu, Ibiza, 1994) está siendo reconocido tanto por su faceta deportiva como por los valores transmitidos fuera del deporte. El pasado mes de abril fue galardonado con el premio al Mejor Atleta de 2021 otorgado por la Real Federación Española de Atletismo.
Su último reconocimiento llegó por parte del Consejo Superior de Deportes, que le entregó la Real Orden al Mérito Deportivo por su «compromiso con la igualdad» en el marco de la estrategia ‘Iguales en el Deporte’ y del Día del Orgullo LGTBI+.
El gran objetivo de esta temporada es el Mundial de Eugene, en el que competirá en los 35 kilómetros. ¿Cómo lo afronta?
El 27 de junio vamos a Estados Unidos. Vamos a hacer una concentración de tres semanas previas a la competición de 35 km, que será justo dentro de un mes, el 24 de julio. Nos vamos a concentrar en Colorado, en Boulder, una de las mecas del atletismo mundial. La primera semana será de adaptación y las dos siguientes para llegar en el mejor pico de forma posible.
¿En qué ha cambiado su vida en este tiempo desde los Juegos?
Es mi segundo Mundial, estuve en 2019 en Doha. Este tiempo ha sido difícil porque no lograba adaptarme a los ritmos tan rápidos de los 35 kilómetros pero en cualquier caso voy con ganas y con mucha ilusión. Es un Mundial y después de lo que ocurrió en Japón estoy muy motivado. Espero que pueda demostrar todo el trabajo que llevo realizado.
Más allá de la distancia, ¿hay mucha diferencia de los 50 a los 35 kilómetros?
Es un cambio muy grande. Parece que son solo 15 kilómetros pero son mucho más rápidos. Pasas de una competición de casi cuatro horas a dos horas y media y al final la gente que estaba haciendo 20 kilómetros están más adaptados a 35. Muchos han subido de distancia, ahora hay más especialistas y requiere esa parte de velocidad que me faltaba pero en la que estoy trabajando ahora.
¿Qué espera de las condiciones meteorológicas en el Mundial?
En principio no va a haber ningún tipo de problema respecto al calor y humedad de las últimas competiciones, tanto en Doha como en Tokio. Eugene tiene un clima bastante bueno para la época del año que vamos, esperamos unos veinte grados en la competición y no va a ser un factor clave. Un factor a tener en cuenta será adaptarse al cambio horario que a mí, en Japón, me afectó mucho. También llegar en el mejor estado de forma en el día clave a la hora h.
¿Sueña con una medalla?
R: Desde luego que sí. Estoy entrenando para ello. Es un año un poco diferente por la adaptación, quedan cosas por mejorar, pero cuando sales en un campeonato así sales a ganar y tienes que dar el cien por cien. Luego el destino dirá dónde tienes que estar y dónde te coloca. Voy con todas mis ganas de estar ahí adelante.
Después del Mundial llega el Europeo. ¿Le vamos a ver en Múnich?
R: Sí, esa es la idea. Es una gran oportunidad de conseguir una medalla pero en cualquier caso lo principal es el Mundial. Primero me fijo en Eugene y después empezaré a pensar en Múnich.
EFE