La Pasarela de Formentera rindió culto a la moda surgida de los talleres de unos diseñadores que han encontrado en esta isla del Mediterráneo una inspiración que trasladan a sus creaciones de ropa, joyería y calzado, marcadas por la sostenibilidad, el mar, y alguna que otra referencia a la emigración y la guerra.
Con el título de ‘Salitre’, la pasarela estuvo impregnada por esa cultura marinera que se respira en esta pequeña isla, famosa por sus playas y unos originales artesanos procedentes de distintos rincones del mundo, que confeccionan a pequeña escala de forma sostenible y comprometida con el medio ambiente.
Durante la velada celebrada la noche de este viernes en el puerto de la Savina, no faltó la sensibilidad a la guerra y la emigración, que llegó de la mano del diseño en joyería de Enric Majoral. El conocido joyero ha presentó «armillas» que emulaban a chalecos antibalas o salvavidas con los que ha querido plasmar «un poco una idea de lo que está pasando en el mundo, sobre todo en el Mediterráneo».
En el desfile se pudieron contemplar colecciones con diseños innovadores y propuestas que no pierden de vista la esencia, la cultura y las tradiciones de la isla. El evento que tuvo lugar al lado de la nueva Cofradía de Pescadores fue amenizada por la música en directo.
Arrancó la pasarela con un guiño a las prístinas playas de la isla representadas en los elegantes y deportivos bikinis Hippie Shop Formentera, en los diseños evocadores de los años 70 de Janne Bikinis y en las creaciones de Fran Escandell, de Atzavara, cuyos diseños combinan algodón con hilo hecho a partir de plástico recogido en las costas.
“Yo soy de Formentera, entonces para mi que la isla esté bonita es muy importante”, explica la diseñadora, que no dudó en aceptar cuando le propusieron utilizar hilo de plástico reciclado para tejer sus prendas. «Estaba muy ilusionada en poder hacer algo por el medio ambiente”, destaca.
La pasarela continuó con los diseños de moda íntima de la firma emergente Marziposa Lingerie que las modelos lucieron en combinación con las propuestas extravagantes, elegantes y con transparencias de Passepartoi.
Después llegó el turno de la diseñadora Bárbara Roversi, de la firma Equilibre Formentera, con piezas exclusivas inspiradas en el armario de su abuela, y le siguieron los kimonos de seda natural con estampación botánica de Simona Colzi en colaboración con las gafas artesanales de Le Voyeur Vintage.
La colección de Macramé, con sus líneas sencillas y elegantes, y con el blanco como protagonista se pudo ver junto al calzado de Espardenyes Torres. Después llegaron los vestidos eclécticos y coloristas de Molly Mallone a juego con És Pelegrí que debutó en la pasarela con alpargatas (espardenyes) que combinan tradición y modernidad.
Kavra Formentera presentó su colección basada en múltiples texturas expresadas a través del color y la magia de la pintura prerrafaelista y, como novedad, lanzó una nueva línea para hombre llena de colores y tejidos.
La firma Obi Formentera combinó a la perfección sus diseños de ropa y joyería, con modelos que reinventaron el trabajo de los últimos 20 años de la diseñadora Elena Hurtado junto a la joyería contemporánea de Lorenzo Pepe, inspiradas en la naturaleza mediterránea.
Los kimonos y el caftán estampado de la firma Michele Crocito dieron paso a los diseños femeninos de moda nupcial y de fiesta de Eva Cardona, basados en modelos son «muy característicos, muy frescos, desenfadados y con tejidos muy particulares», según ha explicado la diseñadora, que imprime el estilo de Formentera de «libertad y elegancia» en sus diseños de novia.
La moda nupcial también estuvo representada en los diseños de Laura López, que subió a la pasarela su colección “Escuma Blanca” con vestidos inspirados en las costas de la isla y en la espuma blanca de las olas, modelos acompañados por los accesorios slow-made de Ginkgo Creations con piezas diseñadas por Valentina Llorens.
La firma Vintage Ibiza-Formentera lució sus vestidos boho chic con aire Adlib y piezas que reflejan lujo, fiesta y romanticismo, y dio paso a los últimos desfiles de la noche protagonizados por las creaciones en joyería.
Ur Joies, la firma del diseñador Uri Calvet, ofreció una colección exclusiva que hizo honor al título de la pasarela, Salitre, con joyas inspiradas en el mar y en las oxidaciones naturales, elaboradas con metales preciosos en oro, plata y bronce.
La pasarela fue cerrada por Enric Majoral con la colección de «armillas» que rinde homenaje a las personas que «buscan la salvación» y a las que no se han podido salvar en la guerra y en el mar.
EFE