El portavoz del Pi en el Ayuntamiento de Sant Antoni, Joan Torres, ha presentado una moción que propone un plan de actuación conjunto entre el Govern de les Illes Balears, el Consell de Ibiza y el Ayuntamiento de Sant Antoni «para asegurar el cumplimiento de las medidas que establece el decreto contra el turismo de excesos para la mejora de la calidad a las zonas turísticas».
Según el concejal, «es urgente e imprescindible la colaboración y coordinación de las administraciones en la hora de planificar actuaciones conjuntas efectivas para conseguir un turismo de mayor calidad», y ha añadido que «es necesario un mayor compromiso por parte de todas las administraciones implicadas para conseguir los objetivos que se pretenden en este decreto contra el turismo de excesos»
Así mismo, la iniciativa también reclama una mayor coordinación y colaboración entre los servicios de inspección de las administraciones competentes en materia de turismo, salud, consumo y comercio, como también la Policía Local y la Guardia Civil, para asegurar el cumplimiento de las medidas que dispone el decreto.
Con todo, Torres ha indicado que se necesitan «afrontar con eficacia» los «graves problemas que ocasionan» en una zona del casco urbano de Sant Antoni, «las conductas incívicas y el abuso del consumo de bebidas alcohólicas», como también evitar la degradación de estas zonas turísticas y la alteración de la convivencia que originan estas conductas».
Que novedad!!Sr. Torres…pero cuál sería su propuesta? Para atraer turismo de calidad sería necesario reformar el casco urbano ya q las tiendas están anticuacuadas y obsoletas empezando por la suya….que pasa con la venta ambulante?? Según la ordenanza está prohibida, como es q hay tantas personas vendiendo gafas y bolsos.
Hay venta ambulante.
Hay vendedores de fiestas y barcos.
Hay camellos.
Hay guiris haciendo botellón ( a los chavales los multan).
Hay taxis pirata ( de los buenos no hay).
Hay vendedores de gas.
Hay mangantes.
Hay relaciones públicas de bares de copas.
Incluso hay gente normal que pasea, indiferente a todos los ojos que los observan valorando si son potenciales clientes, víctimas o locales a los que es mejor no molestar.
Todos los días.