Los vecinos de Sant Jordi que luchan para poner fin a los excesos sonoros de los locales de ocio de Platja d’en Bossa y alrededores, en el municipio ibicenco de Sant Josep, han hecho públicos, a través de las redes sociales, los resultados de cuatro nuevas sonometrías llevadas a cabo los días 7 y 8 de julio en un hotel discoteca de la zona. En todas ellas, el establecimiento arroja resultados muy por encima de los límites sonoros permitidos y en una de ellas los supera incluso hasta en 40 decibelios.
Las pruebas sonométricas, que fueron llevadas a cabo por una empresa especializada, se tomaron desde una zona residencial próxima a este hotel y en un aparcamiento adyacente. Los vecinos han publicado estos resultados junto a los que se tomaron en 2013, cuando presentaron su primera denuncia en los juzgados, para demostrar «que el problema de ruidos que tenían entonces persiste casi diez años después».
Lamentan que en todo este tiempo y después de que la justicia les diera la razón, «la administración no actúe de forma contundente contra aquellos establecimientos que incumplen de forma reiterada la normativa municipal de ruidos» y ellos tengan que seguir escuchando la música dentro de sus casas «a varios kilómetros de distancia», tal y como tienen registrado en diversas sonometrías.
Los vecinos se muestran especialmente críticos con el Ayuntamiento de Sant Josep por el hecho de que se precinten equipos de música y se multe a ciertos negocios «y a otros, en cambio, no», los cuales, dicen, «son los que más molestias causan». Así lo indican en un vídeo grabado cerca de este establecimiento, al que han añadido subtítulos en los que animan al alcalde a hacer cumplir la normativa y en el que se escucha la música de fondo.
Están convencidos de que, a raíz de la sentencia que les daba la razón sobre los problemas de ruidos que padecen y en la que se instaba al ayuntamiento a tomar medidas, tienen la guerra ganada y esta temporada se están librando los últimos capítulos de su lucha. Por esto, insisten, han decidido seguir encargando sonometrías para demostrar que «la normativa de ruidos se incumple de forma sistemática por parte de ciertos establecimientos sin que se apliquen medidas correctoras por parte de la administración».
En el informe realizado por la empresa encargada de estas últimas sonometrías se explica que, en periodo de tarde, «se supera en más de 26 dBA el valor permitido. Al tratarse de una valoración de una magnitud logarítmica (decibelios), significa que nos encontramos ante un escenario importante de contaminación acústica ya que se supera, en casi 500 veces, el número de fuentes de ruido autorizadas por la legislación vigente».
«En periodo nocturno -sigue el informe-, se supera en más de 35 dBA el valor permitido. Al tratarse de una valoración de una magnitud logarítmica (decibelios), significa que nos encontramos ante un escenario importante de contaminación acústica ya que se supera en más de 2000 veces el número de fuentes de ruido autorizadas».
Los denunciantes, que afirman estar autofinanciándose las sonometrías, que tienen un coste de entre 600 y 1.000 euros cada una, comentan que el hecho de haber ganado un primer juicio les permite volver a disponer de los 10.000 euros que gastaron años atrás en sonometrías, además del dinero invertido en abogados, para continuar pagando las que están llevando a cabo en la actualidad.
Venga ya, cuarenta decibelios por encima del límite dice. Se acercan las elecciones y el de siempre necesita llamar la atención. Se arrima al mejor postor, a la cruzada del viejo y le baila el agua con intereses. En su nuevo partido deben de estar ya más que hartos de él. Dicen que le echaron del último partido en el que militó. Por algo será pero sobre todo será interesante saber como acaba la cosa o se carga el partido o se lo quitan de encima.
Que se lo digan a los vecinos, que están hasta los nisperos de chunda chunda
noche? a que hora? porque cierran a las 23,30
Los viernes cierran a las 24 horas.