R. Beltrán/ Vayan a la cocina. Cojan la barra de cuarto que han comprado esta mañana y pártanla por la mitad. Cada uno de esos pedazos, de 25 centímetros de largo y 6 de grosor, representa la herramienta de trabajo de Rocco Siffredi y Nacho Vidal, dos astros del cine erótico que protagonizarán esta noche un particular duelo de sables sobre el escenario de la discoteca Privilege. El Ferragosto Erotiko reunirá a estos dos púgiles del sexo, que medirán algo más que sus puños desde las 3h hasta las 5h de la madrugada. «Un duelo de titanes». Así lo ha define el promotor del evento, Rossano Ludici, antes de soltar una sonora carcajada.
Por primera vez en la historia maestro y alumno actuarán juntos sobre un mismo escenario. Pero a Nacho Vidal no le pone nervioso tener a su mentor cerca, todo lo contrario. «¡Es un reencuentro precioso!», proclama a los cuatro vientos. «Si no hubiera encontrado a Rocco hace dieciséis años, yo no sería nadie». Y Rocco, haciendo gala de su carácter mucho más pausado y reflexivo que el del actor español, niega con la cabeza y sonríe a quien en su día se convirtió en Los Angeles en el actor mejor pagado del momento gracias a que Siffredi lo presentó como su sucesor. «Y eso que yo no hablaba ni una palabra de inglés, pero Rocco supo con quién hablar y me abrió las puertas de este mundo».
«Tengo muchos amigos con un pene de 30 centímetros pero sin personalidad»
La naturaleza es caprichosa y, sólo en ocasiones, dadivosa. Pero no sólo de pan vive el hombre y bien lo saben estos dos fenómenos de la pornografía. Por ello, han labrado sus músculos con cincel para lucir a los 49 años de Rocco y a los 39 de Nacho un cuerpo apolíneo que suscita los pensamientos más dionisíacos. ¿Qué vio Rocco Siffredi en Nacho Vidal para que posara su cetro sobre su hombro y lo nombrara su digno heredero? «Personalidad y carisma», responde sin pensar, con una rotundidad que abruma.
Ambos hacen hincapié en este aspecto, en la necesidad de que un actor porno tenga ese magnetismo que hace que pase de ser alguien bien dotado a una estrella del cine erótico. «Tengo muchos amigos con un pene de 30 centímetros (sic) pero sin personalidad. Cuando te dedicas a esto, tienes que tener ese algo especial que enganche a las tías. Si no, sólo haces daño», puntualiza Vidal, un hombre con unas amistades prodigiosas de cintura para abajo.
«El cine porno no es machista: hay películas para todos los gustos»
Al preguntarles sobre el cliché del machismo en el cine X, ambos rebufan. «Contesta tú». «No, contesta tú». A los dos les da pereza tener que despejar esta sombra que se cierne sobre las producciones pornográficas. Nacho Vidal coge la palabra: «Al año se producen 60.000 películas de cine porno. Entre todas ellas, hay cintas para todos los gustos. Decir que el porno es machista es como ir al cine, ver una sola película y soltar que no te gusta el cine convencional. Tendrás que ver algo más para opinar, digo yo». En este tema, el actor catalán se pone serio. «A muchas mujeres les gusta que las sometan. ¿Por qué no podemos rodar películas con eso? Además, las actrices porno cobran tres y cuatro veces más que los actores».
Dentro de muchos años, cuando estos dos astros del cine X se jubilen, tienen planes muy diferentes. Nacho Vidal pensó en su día en dejar un cadáver joven y bello, pero ahora, convertido en padre, piensa en ver crecer a sus hijos… «Y a mis nietos», añade subiendo las cejas que cubren sus ojos azules. Rocco lo mira arrellanado en su sillón con la cara ladeada. «Yo pienso disfrutar hasta el final», sentencia. Y alumno y maestro unen sus voces roncas en una estruendosa risotada, de esas que sólo entonan los grandes y viejos amigos. Sobre todo, grandes.