La Audiencia de Palma ha ratificado la sentencia al joven acusado de grabar un vídeo que se hizo viral en redes sociales cuando la Policía entró en un piso de Palma en el que se celebraba una fiesta en pleno confinamiento, quien el pasado febrero fue condenado al pago de una multa de 2.520 euros por un delito de calumnias.
El juzgado de lo Penal número 6 de Palma también condenó al hombre a indemnizar a cada uno de los agentes que intervinieron en la actuación policial con 3.000 euros por los daños morales a raíz de la difusión de la grabación, una resolución que ahora ha ratificado la sección primera de la Audiencia. Por tanto, el autor de los hechos también deberá pagar las costas judiciales.
Durante el juicio, celebrado en enero en Palma, el chico aseguró que la madrugada del 9 de mayo de 2020 no se autorizó la entrada de los agentes a la vivienda de su amigo, ubicada en el Paseo Marítimo de la capital balear, por lo que grabó lo ocurrido y difundió el vídeo por un grupo de Whatsapp con unos veinte participantes, algunos de ellos policías y guardias civiles.
Las acusaciones particulares, ejercidas por la Confederación Española de la Policía (CEP) y del sindicato Jupol, pedían penas del año y ocho meses a los tres años de prisión por los delitos de calumnias, injurias, desobediencia grave y contra la intimidad de los agentes, así como el pago de indemnizaciones de 3.000 a 4.000 euros.
Tras la ratificación de la Audiencia Provincial, el secretario de Jupol en Baleares, Chechu Enrique, ha asegurado que ello no hace más que demostrar la «actuación perfecta y completamente ajustada a Derecho de los agentes que participaron en esta intervención policial».
«Esta sentencia, además, supone una solución para los daños morales y contra su honor que sufrieron los agentes intervinientes, que vieron como su actuación y su propia imagen fue difamada de forma viral a través de las redes sociales», considera Enrique.
EFE
Menudo capullo, a pagar muchacho.