La joven de 24 años que falleció el domingo por la mañana tras precipitarse en un hotel en Cala de Bou se podría haber quitado la vida. Al menos esa es la conclusión a la que han llegado fuentes cercanas a la investigación una vez realizada la autopsia correspondiente, de la que, no obstante, todavía se esperan los resultados definitivos.
Los hechos
La joven británica falleció tras precipitarse desde un segundo piso del hotel Rosamar de Cala de Bou, en el término municipal de Sant Josep. El suceso se produjo poco antes de las nueve de la mañana y su pareja fue quien dio la voz de alarma. Desde la recepción del establecimiento turístico llamaron a los servicios sanitarios, que se personaron en el lugar de los hechos poco después.
A pesar de las maniobras de reanimación practicadas por parte de los profesionales del 061 desplazados hasta el hotel, no se pudo hacer nada por salvarle la vida. Minutos después se certificó su fallecimiento. Además de los sanitarios, hasta el hotel también se desplazaron agentes de la Policía Local de Sant Josep y de la Guardia Civil. Fue la Benemérita quien se hizo cargo de la investigación para esclarecer lo ocurrido.