Saz Ismail, de 36 años y nacionalidad británica no tiene reparos en reconocerlo: «Soy un desastre andante al que no deberían dejar viajar solo. Necesito supervisión». Nada menos que cuatro vuelos de regreso a su país son los que ha perdido este hombre, al menos en el momento de escribir estas líneas. Ahora, sin fondos ya para volver a su casa, se ha visto obligado a recurrir a una campaña de petición de fondos por internet, o crowdfunding, para financiar el vuelo a casa de unas vacaciones que, en algún momento, se le fueron de las manos. De momento, su petición de ayuda no está teniendo el éxito esperado, sólo ha recaudado 10 libras de dos personas diferentes en los 5 días que la campaña lleva en marcha.
Al parecer, según comenta Saz en su página de petición de fondos, acudió a Ibiza de forma casi imprevista, para acompañar a un amigo que se lo pidió a última hora. Tras pasar dos días de diversión debía tomar un vuelo el viernes, pero la noche se alargó y decidió dejarlo perder y reservar otro vuelo. Ese vuelo también lo perdió, según comenta por llegar 5 minutos tarde al embarque. La cosa se complicó con los siguientes vuelos que intentó comprar: el tercero lo compró para un aeropuerto erróneo, y el cuarto y último -de momento- lo compró con salida desde Palma, no desde Ibiza.
Saz, que tiene dos hijos, ha gastado, dice, una gran cantidad de dinero entre vuelos perdidos, hoteles y comidas para alargar su estancia en la isla. Dice que ya no le quedan fondos y espera que su petición de auxilio sea escuchada. A la llegada le espera otro de sus temores: el tiquet del parking donde dejó el coche que debía recoger el viernes pasado.
Esos son de los que merecen extinguirse, y ninguna lagrimita
Tururu, venga a trabajar manda huevos