La pérdida de una maleta supone un trastorno para cualquiera, especialmente si el destino es vacacional y obliga a adquirir prácticamente todo para poder pasar las vacaciones dignamente. El tema puede llegar a ser una pesadilla si el equipaje nunca aparece o si, como es este caso, las explicaciones de la compañía se convierten en un galimatías irresoluble.
Raquel, una joven de Ibiza, y una amiga salieron el pasado 6 de septiembre rumbo a Lanzarote en un viaje que no sabían que iba a quedar marcado por la rocambolesca historia de sus maletas perdidas.
Ambas llevaban dos maletas de mano en un vuelo de Ibiza de Ibiza a Madrid, que era la conexión para tomar otro vuelo al destino final: Lanzarote.
Al llegar a la cabina, sin embargo, el personal del vuelo de Iberia les informó de que tanto la maleta de Raquel como la de su amiga tenían que ir en bodega y, aunque se mostraron reticentes, finalmente accedieron.
Las maletas «no estaban etiquetadas con destino final Lanzarote sino como destino Barajas», de modo que, una vez en Madrid, tuvieron que acudir a la cinta de equipaje para recogerlas, a pesar de que tenían una conexión bastante breve. Nunca aparecieron por la cinta, según explica Raquel a Noudiari.
Y ahí comenzó una auténtica odisea que, a día de hoy, 10 de octubre, más de un mes después de su desaparición, no ha finalizado.
Las maletas no aparecieron y se vieron obligadas a salir corriendo para no perder la conexión a Lanzarote.
Una vez llegadas al destino canario, las jóvenes pusieron una reclamación y abrieron un parte de incidencia con Iberia.
No tenían absolutamente nada de ropa ni enseres personales, de modo que sus cortas vacaciones se vieron «condicionadas enormemente» y tuvieron que comprar «muchas cosas» para poder pasar dignamente esos días. “Mi idea de las vacaciones no era estar comprando en un centro comercial, pero no tuvimos otro remedio”, explica Raquel a Noudiari.
En un primer momento, afirman que Iberia las tranquilizó. «Nos dijeron que las maletas estaban localizadas y que viajarían en el primer vuelo a Lanzarote», relata.
Lo cierto es que la maleta de su amiga apareció a los dos días pero la de Raquel no. Cuando llamó a la centralita de Iberia le dijeron que el parte de incidencia estaba cerrado pero ella insistió en que en ese parte «había dos maletas perdidas y solo había aparecido una de ellas».
Tras esta aclaración, desde Iberia le insistieron en que la maleta llegaría a Lanzarote en un vuelo, pero en el aeropuerto canario nunca la recibieron, según la información que Raquel recabó. De modo que regresó a Madrid de vuelta de sus vacaciones y sin la maleta.
Era el 11 de septiembre y, una vez en Madrid y mientras esperaba la conexión con Ibiza de regreso, acudió a Objetos perdidos.
Sorprendentemente le dijeron que sí, que su maleta estaba allí (y no en Lanzarote, como le insistían desde el call center de Iberia).
El problema vino cuando le explicaron que no podían darle la maleta en mano, sino que tenía que salir por una cinta y que tardaría una media hora. Pero el vuelo de conexión de Madrid-Ibiza salía en breve y Raquel no podía esperar tanto. Como la orden de salida por cinta ya estaba hecha tuvo que pedir que la cancelaran. «Lo que hice fue solicitar que la enviaran a mi casa de Ibiza, ya que me daban esa opción, pero la maleta nunca llegó. Me dijeron que llegaría en cuatro o cinco días, pero no ha sido así», lamenta la joven.
Lo más inquietante de todo es que volvió a llamar al call center de Iberia y le dijeron, de nuevo, que su maleta estaba en Lanzarote. Raquel no daba crédito.
El tema llega a tal punto que Raquel decide pagar un vuelo a Madrid para ir a por su maleta presencialmente. Cuando llega a Objetos perdidos le dicen que ya no está ahí. Una supervisora amablemente le explica que la han enviado, tras seis días en Objetos perdidos, a un almacén enorme de maletas perdidas que está en el recinto aeroportuario pero no en la terminal. «No lo entiendo, me la tenían que haber enviado a casa», insiste Raquel. La supervisora le dice que puede recuperar su maleta sin problema y que le darán una respuesta en 24-48 horas «que nunca llegó», critica.
Ya desesperada, colgó en Twitter, a través de un amigo, un vídeo con su historia que tuvo cierta repercusión y recibió por ello un mensaje de respuesta de Iberia pero, a día de hoy, sigue sin tener su maleta.
«Entiendo que se puedan perder maletas pero el trato que me han dado y, sobre todo, la información contradictoria es muy frustrante, no lo quiero dejar pasar. Quiero que esto se solucione y que no vuelva a pasar, todo este proceso no es normal», concluye la joven.
Iberia Express y Vueling son las únicas compañías del grupo IAG que realizan ese trayecto. Me parece una falta de rigor omitir parte del nombre de la compañía responsable de esa pérdida.
IBERIA no realiza esos vuelos, ni sus pilotos ni sus TCPs ni sus aviones.
Desconozco que compañía presta los servicios de Asistencia en tierra para esos vuelos pero el responsable es el transportista de igual manera que si me pierden una maleta en Paris volando en Air Europa, ellos serían los responsables, no la cia de Handling contratada en ese aeropuerto.
La indemnización también la paga el transportista.
Me siento identificada con la noticia ya que el pasado mes de agosto en mi luna de miel iberia perdió mi maleta y aunque la maleta llegó a costa rica, el destino del viaje, un día después de haber llegado nosotros, no me entregaron la maleta en los 15 días en los que estuve de viaje. Todos los días me decían que la entregarían al día siguiente y después de mil llamadas y una factura astronómica de la que no se hacen cargo, tuve que ser yo la que fue a por mí maleta al aeropuerto, comunicándome por correo que si no me encontraba en el aeropuerto en un horario determinado de 2 horas y media en total, mi maleta se daría por perdida y no podría reclamar nada. En el aeropuerto el personal de iberia seguía lavándose las manos y el trato recibido por todo el personal de la compañía fue denigrante hacia mí