Un hombre que fue expulsado de un vuelo entre Newcastle e Ibiza el pasado 3 de julio por su estado de embriaguez, insultar a la tripulación y, posteriormente, agredir a dos policías ha sido sentenciado a 14 semanas de prisión, 25 días de rehabilitación y a pagar una compensación de 400 libras a los oficiales agredidos.
Así lo avanzan varios medios británicos, que recuerdan que este hombre, Reece Nelson, se presentó en el vuelo completamente borracho y, después de agredir verbalmente a una azafata fue expulsado del avión, momento en el que agredió a los policías que lo custodiaban mientras bajaban las escalerillas. Intentó incluso morder el brazo de uno de ellos.
Las cosas llegaron a tal extremo que el hombre tuvo que ser inmovilizado ya que seguía insultando a los agentes y resistiéndose al arresto una vez en el vehículo policial.
Se declaró culpable de los cargos al inicio del juicio, en el que testigos han declarado que el hombre estaba borracho, que la tripulación de cabina se negó a servirle alcohol y que, además, observaron que había traído su propia bebida libre de impuestos al vuelo.
La policía trató de razonar con Nelson, explicándole que no podía viajar en esas condiciones y que podría conseguir un vuelo más tarde pero Nelson no entraba en razones y gritaba, según los testigos, «iros a la mierda» y además de llamar «gorda» a una azafata.
Otra testigo aseguró, según recoge Chronicle Live, que el hombre dijo: «He tomado tres pintas, estáis arruinando mis vacaciones» antes de que lo subieran a un vehículo policial y lo llevaran a la comisaría de policía de Forth Banks, en Newcastle.
En el vuelo viajaban 189 pasajeros con destino a Ibiza.