La UD Ibiza ha claudicado con el Levante (1-2) en un partido extraño, que empezó y acabó con un ambiente enrarecido, con pitos de la grada al equipo y al técnico local, Javi Baraja, ya destituido, con gol de los de casa para ponerse por delante en el marcador, obra de Herrera en el 16, un expulsado del conjunto granota en el minuto 38 y tanto visitante en inferioridad numérica en el descuento, al filo del descanso, al que se llegó con tablas, 1 a 1.
Las cosas no funcionan en el Ibiza, que en la segunda mitad no pudo con un equipo diezmado, que encajó la segunda diana en contra en una acción de despiste generalizado que a la postre le costaría el partido. Las críticas del público van dirigidas principalmente al exentrenador, a Baraja, que, sin embargo, no es el culpable de todo. Primero porque perder ante el Levante entra dentro de lo posible, de la lógica. Es más equipo, se quiera o no, aún con uno menos. Se mire como se mire: tanto por nombre, por historia como por presupuesto.
La gran mayoría de los jugadores que han llegado esta temporada al Ibiza están por hacer en la categoría, en Segunda. Además, los futbolistas que tiene experiencia y saben de fútbol profesional están en el tramo final de su carrera, léase Nolito, que además no quiere jugar en la banda, porque le da pereza, como él mismo ha dicho, aunque con otras palabras. Y los que están y han rendido a un nivel excepcional en un pasado reciente, como Goldar -siete goles la pasada campaña, siendo central-, no juegan, y no solo por decisión técnica, según dicen las malas lenguas, que son las mejores.
La directiva, más voluntariosa y con más posibilidades que con idea, es la que puesto estos cimientos para la temporada en curso. Los pilares no parecen lo suficientemente sólidos como para aspirar a algo más que a la permanencia en una temporada en la que las cosas están más igualadas que en el año del debut del Ibiza en la categoría, en la que no hay cenicientas ni equipos con la etiqueta del descenso grabada en el escudo desde el primer día. Los clubes que han subido tienen una idea futbolística clara, saben a lo que juega y lo que quieren, mientras que el Ibiza sigue buscando su estilo.
El epílogo del partido ha sido de los que marcan. El respetable ha mostrado su enfado, algo que no se había visto hasta la fecha en Can Misses. La grada es soberana, su opinión, incuestionable. Su punto de mira, discutible. Porque lo fácil es apuntar al entrenador, pero detrás de él hay quien lo ha elegido, quien lo ha propuesto y quien ha aceptado esta decisión. Un cambio de técnico en estas circunstancias es lo fácil, lo que pasa siempre. La destitución de Baraja ya es una realidad. La crónica del cese estaba escrita con la derrota, con la bronca del aficionado.
Si en la primera parte el Ibiza fue una montaña rusa, con subidas y bajadas, en la segunda fue un esperpento. Un quiero y no puedo. No únicamente por una cuestión de planteamiento, sino porque el uno por uno de unos y otros fue claramente favorable al Levante, en cuyo banquillo había en el inicio del encuentro una lista de jugadores que en el cuadro de Baraja hoy hubieran sido titulares sin discusión posible. El Ibiza de este año es un equipo que a largo plazo podría tener recorrido, pero que sin rodaje no puede bajar a la arena a torear a un miura, a un Levante, a un Eibar o a un Alavés.
El calendario ha querido que los primeros partidos del curso para el Ibiza hayan sido de una exigencia descomunal, cierto. Pero lo peor de todo es que los que vienen desde ya mismo no pintan como se podía pensar. No hay esta campaña peritas en dulce en el torneo. Los recién llegados tienen una calidad que deslumbra. El Albacete, en pequeño, recuerda a aquel Queso Mecánico de Floro que deslumbró en Primera. El Andorra juega como un Primera, aunque para marcar necesita generar mucho porque no tiene gol. Sin embargo, la toca que es un escándalo. El Racing de Santander, tras un mal inicio, va en línea ascendente, y el Villarreal B tiene el amparo de un club de Primera y algunos de sus jugadores valen más que el presupuesto de otros de Segunda.
Este año en la Liga no hay un Amorebieta ni un Alcorcón que desde el primer día el curso pasado se vio que era carne de cañón, ni una Real Sociedad B con el chupete en la boca, ni un Fuenlabrada desactualizado. Este curso el descenso es para el Ibiza una amenaza real si la directiva no reacciona con tino de forma inminente, y no solo con el cese ya hecho del técnico. Porque cargarse el entrenador puede no tener el mismo efecto que cuando se cambió a Carcedo por Jémez, que al final solo sumó dos puntos más que el primero en la segunda vuelta del torneo.
Las circunstancias no son las mismas. Además, el año del ascenso parecía que la comunión con la grada era total. Este ejercicio, en cambio, ha habido cosas y detalles que no han gustado al aficionado, que, como paga, y además un poco más por todo, protesta en la medida que cree que le toca.
Las cosas están feas. El técnico ha caído. La decisión del relevo en el banquillo está tomada y no hay marcha atrás. Pero a ver quién es el guapo que viene con este panorama, con una grada enfadada, con un equipo con la moral a la altura de los tacos de las botas y al que el público ha despedido con una pitada de aúpa, a pesar, todo sea dicho, de no haber perdido ningún partido de forma sonrojante en lo que va de Liga.
Vienen curvas en el Ibiza y la pelota, esta vez, está en los pies de Amadeo y la familia Salvo. Habrá que ver su capacidad de regate y soltura de cintura cuando pintan bastos. Hoy más que nunca, el Ibiza necesita de la gente de la isla, de una afición que no llena, además, la grada como antes… El ser o no ser en el fútbol profesional del Ibiza está en jaque. Es hora de mover las fichas con cabeza.
– Ficha técnica:
1 – Ibiza: Fuzato; Coke, Martín, Gálvez, Escobar; Herrera, Morante (Darío, m.74), Diop (Castel, m.74), Appin (Suleiman, m.61); Nolito (Bogusz, m.77) y Ekain (Azeez, m.74).
2 – Levante: Cárdenas; Son, Postigo, Rubén Vezo, Alex Muñoz; De Frutos (Cantero, m.75), Pepelu, P. Martínez, R. Brugué (Iborra, m.42); Joni Montiel (Franquesa, m.86) y M. Bouldini (Soldado, m.75).
Goles: 1-0. M.16: Herrera; 1-1.M. 47+: De Frutos; 1-2. M.62: Bouldini.
Árbitro: Guzmán Mansilla (Comité Andaluz). Amonestó a los locales Morante (min. 48) y Gálvez (min. 88) y a los visitantes Ruben Vezo (min.16), Bouldini (min.22), Pepelu (min.26), Alex Muñoz (min. 65 ). Pablo Martínez (Levante) fue expulsado con roja directa por falta sobre Ekain (min. 42)
Incidencias: Partido correspondiente a la duodécima jornada de LaLiga SmartBank disputado en el estadio de Can Misses ante 2.586 espectadores.