Entre tantas opiniones que se publican en tantos medios, me parece un disparate que un JUEZ criminalice a un todo colectivo con total impunidad desde la palestra que ofrecen los medios de comunicación.
El nuevo proyecto de la Ley Trans, como todas las iniciativas de este tipo, siempre son polémicas y motivos de algaradas entre las huestes decimonónicas que se alzan como guardianes de la moral de nuestra sociedad un proyecto de Ley que busca garantizar derechos y libertades para uno de los colectivos más atacados, discriminados y estigmatizados de nuestra sociedad.
Se puede entender que haya personas que busquen resquicios en la Ley para sus propios intereses, pero dejar en la marginación a cualquier colectivo porque el criminal de turno, prostituya la Ley para hacer de las suyas me parece inadmisible.
Si el señor JUEZ, que tanto sabe de leyes, que para eso es juez, detecta estas cuestiones debería plantear las soluciones para evitar los supuestos que se indican y dar las herramientas para sancionar debidamente. Y no criminalizar ni ayudar a la marginación de un colectivo que ya de por sí lo tiene muy complicado… Ya son objeto de todo tipo de agresiones verbales y físicas por el hecho de ser diferentes a la norma establecida. No es necesario añadir otra diana desde un servidor de y para la Justicia.
Al ser jurista crea un clima de opinión estigmatizante contra el colectivo y en contra de la aprobación de la ley que pretende protegerlo. Doble daño, doble estigmatización.
Uno de los supuestos que establece el Sr. JUEZ, consiste en la posibilidad de que un condenado (sea por delito sexual o crimen machista) se declare mujer y vaya a una prisión de mujeres… Cuánta hipocresía, esto ya ocurre sin Ley Trans, ¿O acaso no recuerda nadie qué el ex de la Infanta Cristina solicitó ingresar en una cárcel de mujeres? ¿Acaso nadie recuerda que el Ministerio de Interior gastó más de un millón de euros en habilitar y acondicionar una cárcel de mujeres para el noble y Excelentísimo Iñaki Urdangarín?
Me parece de una catadura moral de las de mayor baja vileza que desde la comodidad de un «trono» que representa a la Justicia, todos estos salvapatrias, guardianes de la moral, la familia y la cristiandad, se indignen cuando no se respetan sus tradiciones (como se contempla en el código penal), cosifiquen de esta manera a todo un colectivo sin mostrar ni un mínimo de empatía… Menos mal que son buenos cristianos… Si Jesús hubiera existido sí que resucitaría y expulsaría a todos los fariseos de los templos (los de la Justicia y los de rezar) a sangre y fuego, condenando a indignos como éste al fuego eterno.
Igual me he excedido en figuras retóricas y poéticas, pero el artículo al cual hago referencia me ha encendido a nivel humano. Tan despreciable opinión merece ser denunciada por incitación al odio. La Ley Trans es necesaria justamente por individuos como este ilustre juez, porque hay demasiada gente que ha decidido no aceptar ni tolerar a las personas trans, como si pudiesen elegir entre a quién considerar persona y a quién no. Ya les pasó con los negros, después con las mujeres, ahora con los trans… se empeñan en ser ellos los únicos referentes éticos y humanos, en cuanto la Historia nos dice que nunca lo han sido, y que sus teorías con el tiempo se evidencian.
Larga vida a la Ley Trans y todas las personas que trabajan para que los Derechos Humanos no sean cuestión únicamente de hombres blancos, heteros y cristianos, como este ‘ilustre’ juez al que hemos hecho referencia, José María Asencio Gallego.
David Álvarez
Conseller al Consell Insular d’Eivissa