Gustavo Gómez Bello, coordinador de Cáritas Diocesana de Ibiza, señaló este lunes que desde esta entidad religiosa prevén que el invierno sea duro para aquellos que no han podido ahorrar este año debido a la escalada de precios y, principalmente, por los alquileres desorbitados. Lo dijo al ser preguntado por los periodistas acerca de la situación que se avecina los próximos meses, en el marco de la presentación del centro provisional de baja exigencia de sa Joveria, que se inauguró durante la mañana de ayer en el exterior del Recinto Ferial.
Una vez que esté listo el definitivo de es Gorg, el de sa Joveria pasará a ser un centro polivalente de Servicios Sociales.
Gómez dijo que el invierno será complicado debido a distintos factores: la inflación, la guerra en Ucrania y, principalmente, los elevados precios del alquiler en Ibiza, que ya eran inasumibles para muchas personas antes de la actual espiral de inflación. En este sentido, el coordinador de Cáritas alertó que «a pesar de que este verano ha habido mucho trabajo, las personas que solían ahorrar para pasar un invierno relativamente tranquilo, este año no lo han podido hacer» (por estos tres motivos, pero principalmente por la emergencia habitacional), y que a ello hay que sumarle que «durante los últimos años se han agotado las redes familiares», que servían como soporte para muchos ibicencos en momentos de crisis económica.
No obstante, Gómez valoró que la inauguración del albergue de sa Joveria supondrá una reducción de la carga de trabajo para Cáritas, que siempre presta apoyo a quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad. Ahora, la administración se hará cargo de gran parte de las personas sintecho. El centro ofrecerá residencia, comedor social y servicio de duchas y de lavandería, así como atención social, entre otros aspectos. Esta misma semana comenzará a recibir a sus primeros usuarios.
«Nunca ha existido en la isla un centro de estas características, y realmente es muy necesario para las personas que pernoctan en la calle y necesitan no ya cuatro paredes y un techo, sino algo a lo que llamar hogar, aunque sea en una habitación compartida, y que puedan sentirlo como suyo para, a partir de ahí, ir creciendo y paliando sus necesidades», destacó este representante de Cáritas ante los medios presentes ayer en el albergue. «Comenzamos esta lucha hace 15 años, precisamente cuando se produjo la anterior crisis», recordó. Fue entonces cuando la Mesa de Exclusión Social pidió un albergue de estas características en la isla.
Por otro lado, también apuntó que Cáritas conoce, por distintos informes, que cuando se produce una crisis económica de cualquier tipo, «muchas de las personas que caen, más adelante [al terminar la crisis] no vuelven a recuperar su vida normal». Así, con la pandemia, muchos más han caído en exclusión, por lo que cada vez se hacía necesario un recurso como este, afirmó el coordinador.
«Harían falta más plazas»
Preguntado por si son suficientes las 56 plazas que ofrece este albergue, señaló que «harían falta más».
«Sí es cierto -matizó- que es difícil saber exactamente cuánta gente sin hogar hay, porque se trata de una población flotante. Aunque no solo hablamos de personas que viven en un banco o debajo de un árbol, sino de aquellos que están en infraviviendas, donde hay 15 personas en un salón, o personas que no tienen servicios mínimos como calefacción o incluso agua», por lo que dicho centro podría ir cubriendo situaciones de distinta índole.
«En los desayunos de Cáritas atendemos a una cincuentena de personas cada día, y en el comedor social son 40 porque no caben más, pero en las Cáritas parroquiales de Santa Eulària y Sant Antoni son 15 personas más en cada comedor, con lo que ya nos vamos a 70 personas que, si pueden disponer de este servicio [el de comedor social] en sa Joveria, ya es un avance muy significativo», valoró Gómez en declaraciones a la prensa.
El delegado episcopal de Cáritas y encargado de la convocatoria de la Mesa de Exclusión Social, Miguel Ángel Riera, recordó que «hace más de 15 años que nació la Mesa de Exclusión Social con la intención de habilitar un espacio que desde el inicio iba a ser el de es Gorg, pero los trámites se van alargando, por lo que era necesario una solución provisional».
«Nos alegramos de esta inauguración, y también porque se nos ha informado que los trámites del centro de es Gorg se van solucionando», agregó Riera. «Hoy es un día para dar las gracias y para pedir más unidad a todos los responsables políticos, para que centros como este no encuentren dificultades a la hora de superar todos los trámites administrativos, sino más bien soluciones», añadió, dirigiéndose a los representantes institucionales presentes en la inauguración.
En este sentido, aprovechó su intervención para recordar que un día anterior, el domingo, la Iglesia celebró la Jornada Mundial de los Pobres y que hace pocos días, Cáritas hizo público un manifiesto en apoyo a las personas en situación de sinhogarismo. «Una sociedad que cuida de los más débiles es una sociedad que se hace cada vez más fuerte. Tenemos la misión y el deber de poner todos los recursos para luchar contra la pobreza, la exclusión y la marginación. Vivir en la calle degrada la vida de las personas. Luchar por la dignidad de las personas es luchar por la dignidad de una sociedad cada vez más justa y que quiere el bien de sus ciudadanos», apuntó Miguel Ángel Riera.
«Nuestras islas, que, por un lado, son tan ricas, tienen un déficit social muy grande», lamentó.
Cabe destacar la presencia, también, del Obispo de Ibiza y Formentera, Vicente Ribas, en la inauguración del albergue de sa Joveria.
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación SAMU (empresa encargada de gestionar este centro), Borja González, destacó que «es un privilegio poder ayudar y colaborar con la gente que más lo necesita». Explicó que en SAMU la parte social tiene mucho peso, y se comprometió a hacer todo lo que esté las manos de la fundación para «devolver su dignidad a todas las personas que utilizarán este centro, haciendo que se sientan a gusto y recuperen aquello que han perdido por el camino».