El pleno del Ayuntamiento de Santa Eulària ha aprobado por unanimidad el expediente, los pliegos y el inicio de la licitación del nuevo contrato de limpieza y gestión de residuos que tendrá una duración de 10 años (ampliable hasta dos años más). El contrato supone unos 8,8 millones de euros anuales de gasto frente a los 7,2 actuales y es el más grande que tramita el Consistorio.
«Supondrá la incorporación de importantes mejoras como la recogida orgánica a particulares, la implantación del sistema voluntario de identificación para establecer mayores descuentos a quienes más reciclen, la incorporación de una aplicación para que los particulares puedan ofrecer los residuos voluminosos todavía funcionales de forma que puedan ser aprovechados por otras personas e incrementos en cuanto a número de contenedores y efectivos de limpieza viaria, entre otras mejoras», destaca el Consistorio en un comunicado.
La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Mónica Madrid, ha sido la encargada de explicar en el pleno las características principales de un contrato, el más grande del Consistorio, y sus objetivos, entre los que destacan «fomentar la separación y el reciclaje e incorporando reducciones de tasas vinculadas al pago por generación de manera que quien más realice estas acciones menos pague en la tasa anual».
También se persigue optimizar el servicio, tratando de aprovechar al máximo los recursos disponibles e incrementándolos para ampliar prestaciones.
El contrato cubre tres tipos de servicio, el primero y más destacado es el de recogida de residuos. En este apartado se producen numerosas modificaciones respecto al contrato actual, como la ampliación del servicio de recogida orgánica a los particulares.
Con esta medida se prevé que, en un corto plazo, el 15% del total de rechazo que se recoge actualmente (7 de cada 10 toneladas de residuos, aproximadamente) pase a ser recuperado para la realización de compostaje, convirtiendo un deshecho en un producto y alargando la vida útil del vertedero de Ca na Putxa.
Por otro lado, en este punto también se prevé implantar un sistema de identificación personal y voluntario en el momento de depositar los residuos. Este método permitiría identificar a los usuarios que más y mejor separación de restos realizan contribuyendo a una mayor sostenibilidad y reciclaje. Como ‘premio’ a esta mayor concienciación se aplicarán políticas de bonificaciones y llegar así a las políticas de pago por generación que establece la normativa, al igual que actualmente se hace con los productores singulares.
En los pliegos se habla también de la compra de 850 contenedores (310 para cubrir posibles roturas y 540 para ampliar las coberturas), redistribución de algunos de los existentes y mejoras en el personal y medios disponibles (aumentan un 13% las jornadas contratadas para la recogida de la fracción resto y la orgánica, mientras que en papel y envases crecen un 60%), para que el servicio sea más eficaz y de mejor cobertura a todos los ciudadanos.
También crecen de forma considerable los contenedores disponibles para reciclado y de ropa (de 26 a 60). Con todo ello, se estima que se pueden conseguir incrementos en la recogida de papel en un 37%, de envases en un 28% y de vidrio en un 34%.
Otra de las novedades será la puesta en funcionamiento y gestión de un mínimo de 6 composteras comunitarias, para fomentar la gestión in situ de la materia orgánica que generan barrios o comunidades de vecinos, ahorrando costes de transporte y tratamiento, y permitiendo aprovechar el compost resultante en los jardines y huertos de dichos barrios o comunidades.
Además, se prevé la instalación de 15 cámaras de videovigilancia para prevenir los vertidos en los principales puntos negros: «unos pocos incívicos vierten sus residuos fuera de los contenedores».
Por último, en este nuevo contrato se contempla una aplicación para móvil y web en el que los particulares que dispongan de muebles, electrodomésticos y otros enseres voluminosos puedan ponerlos a disposición de quienes los necesiten o que estén interesados en su reparación para darles un nuevo uso.
Se trata de una apuesta por la reutilización, la economía circular, la economía colaborativa y un paso más en la reducción de residuos depositados en el vertedero sin posibilidad de aprovechamiento.
Limpieza viaria y de playas
En el apartado de limpieza viaria se producen también «notables mejoras», subraya el Consistorio, con un incremento en 320 jornadas el servicio de barrenderos con triciclo (un 12% más que ahora) y la potenciación de los refuerzos de limpieza en horario de tarde (se contratan 300 jornadas anuales, cuatro veces más que ahora).
Igualmente, la limpieza con medios mecánicos crece en 190 jornadas, 3,5 veces más que ahora. En el caso de los servicios de hidrolimpieza y de baldeo de calles las jornadas contratadas se multiplican por dos. En cuanto a las playas, se pasa de uno a tres equipos de limpieza manual, además de establecer este servicio los siete días de la semana (actualmente se hace seis días). Además, se suma otra máquina para limpieza mecánica a la existente en la actualidad. Por último, el contrato también incorpora la realización de varias limpiezas al año de sa Font d’en Lluna.