Las trampas para serpientes que voluntarios y voluntarias han instalado en sus terrenos o en zonas comunes para tratar de erradicar esta plaga que está aniquilando a las lagartijas endémicas de las Pitiüses están funcionando. No solo porque son efectivas para cazar ejemplares sino porque están provocando un descenso evidente de poblaciones de estos reptiles en las zonas donde hace tiempo que se mantienen estas trampas. Así lo están notando algunas de las personas que han liderado esta lucha, como el voluntario Dean Gallagher.
Este australiano afincado en Ibiza subraya que precisamente este éxito, “al menos aparente”, es la señal de que no hay que bajar la guardia: “Hay que mantener las trampas, hay que cuidar los ratones y hay que ser constantes para que esto funcione, incluso en sitios donde parece que ya no hay serpientes”, alerta. Además, tras un periodo de actividad fuerte durante la primavera y el verano, las serpientes están ahora hibernando y por ese motivo se ven menos «pero siguen estando ahí», relata.
Y es que la plaga no desaparece y prueba de ello es que ha recibido llamadas de tres vecinos diferentes del barrio de Dalt Vila de Ibiza por diferentes avistamientos, “y es una zona donde nunca antes había habido serpientes”, recuerda. Cree que pueden haber subido por la zona de Es Soto. Los vecinos de este barrio le han pedido que ponga trampas pero es complicado “porque están bastante expuestas a actos vandálicos o a que personas contrarias a la caza de serpientes las retiren o liberen al ratón que hace de señuelo para atraer al ofidio”.
Dean Gallagher y Diego, entre otros voluntarios que colaboran directamente con el australiano, han retirado 181 ejemplares de las trampas de enero a principios de este mes. Un cifra nada despreciable pero hay que tener en cuenta que el año pasado y en solo cuatro meses (de mayo a octubre) Gallagher había retirado el solo 365 serpientes.
Por las zonas de Santa Eulària y Sant Carles, donde hubo una explosión de ofidios en los inicios de la plaga “hoy por hoy han bajado mucho las capturas”, explica el voluntario. “Hay zonas en las que me llamaban todos los días para retirar serpientes, como Cala Llonga, y este verano ha bajado mucho”, añade al tiempo que subraya e insiste varias veces en que precisamente esa efectividad se debe a las campañas.
“No hay que retirar las trampas de un terreno porque atrapen menos serpientes o estén una temporada sin atrapar porque, si se retiran, lo que se propicia es que regrese la plaga a la zona”, alerta.
“Las serpientes son animales muy inteligentes, se van a esconder y eliminarlas completamente es muy difícil. Están saliendo en sitios donde no las habíamos visto nunca”, destaca Gallagher.
Además, el voluntario indica que la supervivencia y capacidad de adaptación de estos ofidios es muy alta y este verano se han visto varias reptando por la costa de Ibiza. “En Portinatx había una nadando detrás de una zodiac y se metió dentro del motor. Flotan muchísimo, así que el mar no es una barrera para ellas”, destaca.
Cuidado del ratón en invierno
El voluntario relata que es importante no manipular mucho a los ratones que sirven de señuelo para evitar que les les adhiera el olor humano “porque las serpientes se ven atraídas por el olor del roedor y cuanto más fuerte sea, mejor”.
Ahora que llega el mal tiempo es importante proveer a los ratones de hierba seca, pequeños trozos de madera y cortezas de árboles (entre otros elementos naturales) para que ellos puedan hacerse un nido confortable para pasar sin frío, lluvia y viento el invierno. «También es interesante colocar la trampa cerca de una pared de la casa o de un muro para que estén más protegidos, explica». «En verano hay que mantenerlos frescos, en sombra y donde corra el aire», aconseja.
Controversia con los gatos salvajes
Los gatos sueltos o salvajes también son un gran problema para las lagartijas, aunque este es un tema que genera mucha controversia. “Hay países en los que no se pueden tener gatos sueltos porque afectan a la fauna y tienen que vivir dentro de la casa y, si salen, debe ser con correa y acompañados por sus dueños”, recuerda el voluntario que pide que, al menos, haya más campañas y se ponga más atención en esterilizar a los gatos. “Los gatos cazan alguna serpiente pero cazan muchas más lagartijas”, recuerda.
“El mayor depredador del picudo negro que ataca al agave es la lagartija, así que si no hay lagartijas también aumentan las plagas de este tipo. El ecosistema de Ibiza está bastante amenazado por este tema, tenemos que ser conscientes de que hay que elegir entre serpientes o lagartijas, que ambas no pueden coexistir”, recuerda el voluntario.
Ibiza, contra las serpientes
El Consorcio de Recuperación de Fauna de las Islas Baleares (Cofib) se ocupa del registro de capturas, mientras que voluntarios particulares de Ibiza tienen más de un millar de trampas por la isla. Muchas de ellas han sido repartidas gracias a las campañas de Amics de la Terra y el GEN-GOB, de la plataforma Sargantanes o serps, en defensa de la lagartija autóctona pitiusa (Podarcis pityusensis), y del Institut d’Estudis Eivissencs con la campaña, también apoyada por las instituciones, SOS Salvem sa Sargantana Pitiüsa, que es tanto de concienciación y divulgación como de captura de oficios a través del fomento y reparto de trampas o de información y campañas en redes.
Los datos de la campaña 2022 que recoge el COFIB se harán públicos cuando termine el ejercicio.
Hay que matizar que hay muchas personas con trampas en sus viviendas que no comunican las capturas y otras que matan accidentalmente serpientes labrando sus terrenos con sus tractores, algo bastante común, y tampoco las comunican, de modo que la cifra oficial suele ser más baja que las capturas reales.