Desde hace años, en Baleares se trabaja para que vengan menos turistas, pero con más dinero. Que gasten más, aunque se alojen menos días. Pero en Formentera vienen con más dinero, porque de otro modo no podrían ni pisar el puerto de la Savina y vienen más que nunca, masificando las carreteras y las idílicas playas de este paraíso. Se ha conseguido expulsar así al turista ajeno al segmento ‘luxury’ o ‘lifestyle’, el turismo de lujo que ahora se ha convertido en el único bien recibido y anhelado, especialmente en la Pitiusa del sur.
Siempre ha habido excéntricos que, si algo no es carísimo, piensan que les están estafando. A fin de cuentas, hay quien compra en el supermercado un litro y medio de agua embotellada en botella de plástico y con tapón amarillo, la más barata que encuentra, al menor precio posible; pero también hay quien compra la misma agua, del mismo manantial, en una botella de cristal de un litro y con tapón azul, dos veces más cara que la primera. Es la misma agua, pero hay quien la quiere pagar cara y quien no la puede pagar si no es barata.
En Formentera sucede más o menos lo mismo, todo el que viene a la isla para disfrutar de una estancia de unos pocos días sabe que paga lo que las cosas no valen, pero es lo que tiene querer agua en botella de cristal. Se dan el capricho una vez al año y cuando les van a encuestar los del Consell de Formentera en el puerto, les dicen que la isla es carísima. Omiten que, si no lo fuera, no vendrían.
Se quejan de que todo es caro y de la saturación, lo que las autoridades locales atribuyen al ascendente “número de excursionistas que vienen y se marchan el mismo día”. Estos excursionistas son muertos de hambre, peor que los mosquitos e igual de indeseados. Aquí solo quieren gente adinerada que se deje los 98 euros al día per cápita de media, alojamiento aparte que por esa cantidad no duermes ni dentro del coche de alquiler. Si por nuestros gobernantes fuera, se cobraría entrada –y no barata, por supuesto– para entrar en el parque temático de Formentera, donde no son bienvenidos aquellos que no traen la cartera llena y sólo quieren pasar un día en la playa y comerse el bocadillo que se han traído de Ibiza. ¡Desalmados!
Los turistas que no son ricos, van a Formentera y regresan el mismo día. Nadie los quiere, el Consell los detesta y los visitantes adinerados les culpan de arruinar sus idílicas vacaciones. Dice la consellera de Turismo, Alejandra Ferrer, que ahora tienen un “un mercado más diversificado”. Entre los que pueden pagar las burradas que les quieren cobrar y los que no. Muy diverso. Pero así es el libre mercado: “Qui té duros, fuma puros. Qui no en té, fuma paper”.
Jo ne se qui es vostè, el que si sé, es que no veu la problemática que tenim, naltrus I valtrus, es vecins del nord… Morirem d’èxit, acàs volem un turisme de massas? Jo crec que no ens convé, per tant, a Formentera, per que així ho vol es poble, cuidam de s’entorn, des turistes respectuosos i des nostre producte…. Els nostres polítics, per que els hi hem demanat es posen ses piles per assegurar un futur millor, amb estratègies que no sempre fan és gust a tothom i a vegades inpopulars, però mira per on, després d’un temps, es seus polítics entre d’altres, ens copien… Tant mal.lament no ho estarem fent? En quant a ses excursions de un dia, ningú ha dit que no els vulguem, però entendrà vostè que si tenim capacitat per 100, no en n’hem d’estimar 1000 amb totes ses conséquences que comporta….
Au i do, salut i quan escriguis de naltrus, també accepta algún complit, que algo farem bé, o no??
El teu escrit conté algunes imprecisions. Unes dades: Formentera té el creixement d’empadronats més alt de les Balears; té la ràtio de turistes/hab més alta de les Balears; s’ha disposat, l´any 2015, un reglament d’estades turístiques que va augmentar en 20.000 les places existents, de manera que la ràtio plaça/habitant és més alta que la d’Eivissa. En aquest reglament s’introdueix el concepte «d’afavorir la capil·laritat econòmica» de la població, cosa que és ja es força significativa. S’estan fent obres, mitjançant cable submarí, per connectar amb Eivissa atès que el subministrament elèctric no arriba a la demanda; així mateix, s’està ampliant la depuradora per donar servei a 40.000 habitants equivalents quant ara els habitants son 11.800. El conjunt de dades indica que Formentera ha arribat a un punt de no tornada en apostar-se per un turisme de masses que alterna amb un de superluxe. Ho esteu fent de meravella, si senyor.
Per una vegada estic d´acord amb Perpinyà. Salut.